“Enhorabuena. Esta misma palabra te la iba a haber enviado cuando ví que eras capaz de sujetarte con fuerza a la rueda trasera de Contador“.
Este fue el mensaje de telefonía que envié al móvil de José Joaquín Rojas una vez que había cruzado triunfador bajo el arco de meta de la prueba ‘reina’ de fondo en carretera de los Campeonatos de España en Ruta de Castellón. Y lo hice igual de emocionado que mi paisano y amigo. Cuántas veces anteriores había naufragado en el intento. Pero entonces era distinto. Llegaba al concurso nacional muy crecido después de haberse visto entre los mejores en la reciente Vuelta a Suiza. Allí volvía a estrellar su lanzamiento directo al travesaño. Esa circunstancia se había convertido tiempo atrás en una desesperante tónica habitual. Rota en la llegada de la cuarta jornada de la Challengue de Mallorca de esta presente campaña, y posteriormente, en la sexta de la Volta a Catalunya.
El repetido paso por el alto del Desierto de Las Palmas era la clave para medir las posibilidades de éxito reales del de Cieza. Si estaba delante en la última ascensión, y su equipo se ocupaba de arroparlo y de frenar posibles intentos de avance por detrás, José Joaquín Rojas debía ser muy tenido en cuenta. Todo eso se cumplió al pie de la letra, y cuando Contador puso firme a su lugarteniente Jesús Hernández, Rojas que, por entonces, andaba ligeramente destacado del resto, reaccionó a la perfección y se soldó a rueda del pinteño de la Saxo Bank.
Apuesta a caballo ganador. Solo tenía que tratar de no despegarse. Con eso era más que suficiente. Y la ascensión tampoco era como para poner en serias dificultades a un fornido ciclista de la talla de Rojas. Aunque, eso sí, el paso de los kilómetros y el soporífero calor reinante pasa factura a cualquiera, sobre todo cuando un fuera de serie como Contador llega a tu rueda, y le da una vuelta y media más de rosca a la ya de por sí comprometida situación de carrera. Máxime cuando se tilda de velocista. ¿Qué hace un velocista plantando cara a un consumado escalador?
Una vez coronado el alto montañoso castellonense, en la bajada Rojas se sumó al fuerte empuje de Contador. También lo hizo de cara a meta, en el llano, cuando surgieron las voces discrepantes con especial agudeza. Una de ellas era la del muleño Luís León Sánchez. Y, visto así, no habiendo lugar a recortar la insalvable ventaja de dúo de cabeza, era de esperar que Rojas batiera en el esprint de llegada a meta a Contador.
Estallido de júbilo y alegría, desbordante entre sus familiares, siempre presentes donde José Joaquín vaya, y unos amigos y aficionados de Cieza también allí presentes. Dieciocho años hace desde que otro ciezano, Ignacio García Camacho cruzara en solitario bajo la meta de Vigo con una mínima ventaja sobre Miguel Indurain y Fernando Escartín. Ambos lograron colgar la medalla de oro de su cuello y vestir de ‘rojigualda’ tras culminar con éxito una fuga. Entre tanto, Jesús Montoya, Juan Carlos Guillamón y Alejandro Valverde también hicieron lo mismo. En casi dos décadas, el ciclismo murciano ha tenido cuatro campeones de España de fondo en carretera. Eso sin contar con los triunfos de Luis León Sánchez contra el cronómetro. Un balance estadístico que denota una superioridad del ciclismo murciano respecto al de otras Comunidades Autónomas, en la que, incluso se potencia más el ciclismo y tiene un mayor arraigo social y deportivo.
El ciclismo en la Región de Murcia ha caído en desidia. Tan solo triunfos como los cosechados este pasado fin de semana en Castellón han logrado conmover a una prensa dedicada en alma al fútbol de Segunda, a la Liga Nacional de Fútbol-sala y a la Liga LEB de baloncesto. Hace tiempo que un curtido comunicador de ciclismo me preguntaba cómo es posible que con tan ilustre pelotón murciano exista una baja atención informativa en comparación con otros deportes ubicados en inferiores estadios. “Será cuestión de interés social“. Curioso que este periodista que suele escribir para un grupo editor multimedia con presencia en nuestra Región me preguntara eso, porque dicho medio no suele prodigarse en informaciones de ciclismo. Tan solo en momentos muy puntuales, dedica, eso sí, notable espacio informativo. “Pero es que ocurre igual con la radio y la televisión“, añadí. También se tiene desde 2006, y de manera ininterrumpida, la Región de Murcia equipo representante en el pelotón profesional UCI internacional, y se ignora de manera casi bochornosa sus venturas y desventuras por los cinco continentes. “Es triste pero cierto“, concluí. Por eso que, cuando ayer, hoy y mañana abrí, abro y abriré los periódicos regionales, asisto con el mismo estupor que sus ciclistas protagonistas a una atención informativa circunstancial que no es capaz de estar a la altura de la regularidad con que sus ciclistas protagonistas nos deleitan a lo largo de la temporada.