Jornada de reposo merecido hoy para La Vuelta. Ayer, largo translado hasta Tarazona. Aquí se disputará mañana miércoles la otra cronometrada, la de casi 39 kilómetros. Puede que halla un nuevo cambio de líder. No se espera que sea así, sopena que Nicolas Roche o Vicenzo Nibali, al margen de su hipermotivación, pedaleen de manera más efeciciente que el líder, Chris Horner, al que se le da muy bien esta modalidad.
En cuanto a Valverde se deja una incógnita abierta. Su reto es perder la menor cuantía de tiempo posible. Tanto Horner, como Nibali y Roche están por encima suyo en rendimiento. El americano ya arrebató al murciano una Vuelta al País Vasco en contra reloj. Por el contrario, Joaquim Rodríguez, su más inmediato perseguidor por debajo en la general provisional, parace estar a su nivel.
Luis León Sánchez lleva perdido el suficiente tiempo en la general provisional como paa no incomodar a nadie de los de arriba. Él es un consumado especialista, vigente campeón nacional en la modalidad, y en un óptimo estado de forma. Ya probó fortuna hace días, pero le fue imposible. Demasiado pronto, quizás. Claro que, todo dependerá de como apreten los dienes los de arriba, los que asían vestir el maillot rojo.
Habrá para resalcirse
Después de la cronometrada de Tarazona, aunque ya recuperados, esperan tres finales en alto en los Pirineos: el Coll de la Gallina, Peyragudes y Formigal; todo ello a partir del sábado. En Peyragudes ya ganó Valverde en el Tour de France de 2012.
Antes, pasado mañana, el jueves, la oportunidad será para los velocistas, y el viernes toca aproximación a los Pirineos, con el Port del Rat Penat por el camino.
Ya el sábado, se ascienden Port de Envalira (Especial), Ordino (2ª) y Cornellá (2ª) antes de acabar en La Collada Gallina (1ª). Al día siguiente, 225 kilómetros con los altos de Cantó, Bonaigua, Balés y la meta en Peyragudes, todos de primera. El tríptico pirenáico se completa en Formigal el lunes.