Esta vez no hay achaque que valga al recorrido del Mundial de Ciclismo en ruta. Florencia y su entorno regional es el escenario perfecto para un duelo que se presume muy emocionante debido a su considerable dureza orográfica. Y es que los datos porrcentuales de desnivel ascendente acumulado es aterrador. De sus 272 kilómetros, el primer tercio, con las elevaciones de Montecarlo, Montecatini y San Baronto, presenta un perfil sumamente abrupto. De regreso a la ciudad, se afronta un circuito de 16,570 kilómetros, en el que se cubrirán diez vueltas, sin dejar de lado la exigencia que le caracteriza.
Así, el desnivel acumulado es de 3.373 metros, de los que su mayoría se localizan en dicho circuito, que incluye las ascensiones a Fiesole, Via Salviati y Via Trento; cortas, pero de explosividad.
Después de haber logrado una medalla de bronce en el último Mundial en ruta, es de lógica que se cuente con Alejandro Valverde entre las apuestas más significativas en las quinielas del reparto de medallas. Atendiendo a las características del recorrido, Valverde, como Gilbert, Chavanel, Urán, Betancur o ‘Purito’ Rodríguez, son firmes candidatos. Son primeros espada como mucha chispa y larga mecha, con suficiente experiencia y temple como para desenvainar con acierto en tiempo y lugar. Claro que, si por algo se caracteriza una carrera de un día es por jugársela a cara o cruz, y en ese lance, puede surgir la sorpresa.
No hay que descartar a Luis León Sánchez. El de Mula se desenvuelve como pez en el agua en estos recorridos, y máxime cuando afina puntería de cara a la segunda mitad del calendario y a la Vuelta a España. Claro que puestos a contar con los nuestros, José Joaquín Rojas es otra baza muy a tener en cuenta. Los tres son rápidos, además.