La primera organización profesional de periodistas de España exige al régimen de Admadineyad que restituya el permiso de residencia y la tarjeta de periodista de Ángeles Espinosa
MADRID, 10 DE OCTUBRE DE 2010.- La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) manifiesta su más enérgica condena contra la decisión del Gobierno de Irán de cancelar el permiso de residencia y la tarjeta de periodista a la corresponsal del diario El País en Teherán, Ángeles Espinosa.
Esta Federación entiende la medida como un castigo directo al trabajo de la periodista española, cuyas coberturas cumplen a rajatabla los principios de objetividad, calidad y compromiso ético de esta profesión.
La FAPE reclama al régimen de Mahmud Ahmadineyad que restituya el permiso de residencia y la tarjeta de periodista a la corresponsal española y pide al Gobierno español una manifestación pública de rechazo del grave atentando contra la libertad de prensa que supone este acontecimiento. “El asedio a los periodistas, locales y extranjeros, solo contribuye a empeorar la ya muy maltrecha imagen internacional del Gobierno de Irán”, declara la primera organización profesional de periodistas de España.
Esta Federación recuerda al régimen iraní el papel fundamental de los periodistas para hacer entender el mundo a través de la independencia y respeto a la libertad, condiciones sobre las que se construyen las relaciones entre poderes y periodistas.
La FAPE se solidariza con la periodista española a la que felicita por su compromiso con los derechos humanos y la defensa de la mujer, que ha demostrado en la información servida en estos cinco años como corresponsal en el país persa. Esta Federación llama al Gobierno iraní a mirarse en su actitud inmadura al pretender sancionar la campaña impulsada por Ángeles Espinosa en defensa de Sakineh Ashtianí, cuya condena a morir lapidada movilizó a la comunidad internacional.
Irán es la primera cárcel del mundo para periodistas, de acuerdo a las cifras de la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF). Según los datos de esta ONG, el régimen de Mahmud Ahmadineyad detuvo en el último año a 170 periodistas y bloggers, entre los que hay 32 mujeres. 22 de ellos han sido condenados a penas que suman 135 años de prisión incondicional. El total de las fianzas para la puesta en libertad alcanza cien millones de euros. Más de un centenar de profesionales de los medios se han visto obligados a abandonar el país. 23 periódicos han sido suspendidos y miles de páginas web han sido bloqueadas en la Red. Con 27 periodistas encarcelados, Irán es hoy uno de los mayores enemigos de la libertad de prensa en el mundo.