DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA
. La Federación vigilará los atropellos al derecho a informar durante periodo preelectoral
. Sus 48 asociaciones federadas y las 13 vinculadas hacen un llamamiento a todos los agentes de la sociedad civil para que reivindiquen un ejercicio periodístico profesional e independiente
. La organización reclama la inmediata liberación del fotoperiodista Manu Brabo
MADRID, 03 DE MAYO DE 2011. En conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) hace un llamamiento a los poderes públicos para que abandonen todo intento de limitar el ejercicio del periodismo mediante leyes expresamente elaboradas con ese fin y respeten la independencia de los periodistas en el tratamiento de las informaciones.
La FAPE convoca a los periodistas a rechazar las campañas orquestadas, vengan de donde vengan, que tratan de cuestionar el libre ejercicio de nuestra profesión.
La FAPE llama igualmente a la sociedad civil para que exija respeto universal a la libertad de prensa, un derecho fundamental consagrada por la Constitución y que es una garantía imprescindible de la buena salud de nuestra democracia.
La FAPE constata que en los últimos meses se han registrado en España algunas iniciativas políticas destinadas a levantar barreras a la libertad de información y de expresión, cuyo objetivo es minar la credibilidad de los profesionales y condicionar a los intereses de los partidos los principios de veracidad, objetividad, imparcialidad y pluralidad que deben regir la tarea periodística.
De todas estas iniciativas, la más perjudicial para la libertad de prensa es la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) que impone la cobertura proporcional, con bloques electorales minutados, obligación que se ha extendido también a las cadenas privadas.
La FAPE advierte que tal reforma puede fomentar potenciales atropellos a la libertad de prensa y al derecho a comunicar y recibir información libre y veraz durante el desarrollo de la campaña electoral de los comicios autonómicos y municipales del 22 de mayo próximo.
Desde la convocatoria de ruedas de prensa sin preguntas hasta la obligatoriedad de conectar con el canal oficial del partido, la clase política española se afana en ensartar cuentas en este rosario de atropellos que convierten la información política en un producto propagandístico, dirigido y de dudoso interés para las audiencias.
Ejemplo de esos intentos por contener en dique seco la información periodística fue la decisión de la Junta Electoral de Zona (JEZ) de Mérida, que el pasado 5 de abril acordó la retirada y secuestro del número 206 del semanario Voz Emérita por informar del extraordinario incremento del patrimonio del cabeza de lista del PP de Mérida. Aunque la decisión fue luego revocada por la Junta Electoral Provincial de Badajoz, el hecho da la medida de la voluntad de censura existente. La FAPE deploró esa actitud, como también rechazó las denuncias presentadas en Valencia contra cuatro televisiones tras informar de candidatos vinculados a casos de corrupción, lo que a juicio de esta Federación “escenifica la mordaza que impone la reforma de la LOREG”.
Ante la proximidad de la campaña electoral autonómica y municipal, la FAPE se compromete a fiscalizar los atropellos que se cometan durante este periodo y someterá las acciones susceptibles de vulnerar la libertad de prensa y los principios contenidos en su Código Deontológico al juicio del grupo de sabios que integran su Comisión de Quejas y Deontología y habilita el correo electrónico [email protected] donde denunciar irregularidades en la cobertura preelectoral.
Esta Federación reitera su ofrecimiento para organizar y moderar debates políticos que fomenten la pluralidad, por lo que pone a disposición de los candidatos su sede en Madrid y las de sus asociaciones federadas en el resto del país.
En España, la oleada de despidos de periodistas, la precariedad laboral que afrontan los que siguen y los pagos de miseria a los colaboradores y freelance por parte de medios públicos y privados debilitan la profesión y reducen su capacidad para resistir las presiones.
La FAPE anima a los profesionales de la información a que hagan públicas las intimidaciones que reciban porque eso significa no ceder ante las presiones. Las amenazas de muerte al periodista Gorka Zamarreño, que investiga el caso Malaya, son ejemplo de una problemática común, pero poco visible.
La FAPE exhorta a los Gobiernos central y autonómicos y a los partidos políticos a que garanticen y promuevan la libertad de expresión en los medios y dejen el criterio informativo en manos de los periodistas.
La libertad de información tiene que ser la máxima posible. Con todo, la FAPE recuerda que existen unos límites y que solo la defensa del interés público justifica las intromisiones o indagaciones sobre la vida privada de una persona sin su previo consentimiento, como señala su Código Deontológico.
Pero los atropellos a la libertad de prensa no se limitan a épocas preelectorales y amplían su radio de acción a otros campos:
. Empleo por la libertad de prensa:
Las 48 asociaciones federadas y las 13 vinculadas a la FAPE lamentan la inédita devastación del empleo periodístico, con la pérdida de 3.857 puestos de trabajo desde noviembre de 2008, fecha en que el Observatorio de la Crisis de la FAPE comienza a registrar datos. Con el ERE anunciado en el Grupo Prisa, que afectará a 2.514 de sus 12.000 empleados, el expediente de regulación de empleo en el que está inmerso El Correo de Andalucía hasta 2013, el cierre de medios de comunicación y el constante goteo de recortes, la sociedad quedará más desamparada ante el poder y la democracia se debilitará.
La FAPE ya advirtió en el Manifiesto de Pamplona, aprobado por su LXX Asamblea General el 9 de abril, de que los recortes en las redacciones y la precariedad laboral facilitan las presiones contra los periodistas.
. Deontología por la libertad de prensa:
La deontología profesional se somete, hoy, a las leyes del mercado que imponen editores y directores y se sacrifica en aras del entretenimiento. Esta Federación urge a los profesionales de la información a que hagan suyo el Código Deontológico de la FAPE, pues solo el compromiso del periodista y de los editores con la ética y la deontología, cada uno en su esfera de actuación, puede abrir paso al periodismo de calidad que ambas partes reclaman como vía para superar la crisis.
. Derechos por la libertad de prensa:
La FAPE considera que incorporar los derechos de autor a los convenios colectivos fortalece los principios éticos y deontológicos de este oficio y, por esto, participa en la campaña en defensa de los derechos de autor promovida por la Federación Europea de Periodistas (FEP).
. Pluralidad por la libertad de prensa:
Esta Federación apuesta por la mayor pluralidad de medios y de contenidos que reflejen la amplia gama de opiniones posibles en una sociedad, de este modo, la menta que los impulsores de La Voz de la Calle decidieran abortar el proyecto, motivo por el que se solidariza con el grupo de 50 periodistas afectados.
. Independencia por la libertad de prensa:
La FAPE rechaza de plano la manipulación informativa, venga de donde venga, la ordene quien la ordene, la cometa quien la cometa y tenga la finalidad que tenga, porque es un atentado contra los principios éticos y deontológicos de nuestra profesión, además de una reprobable estafa a los ciudadanos.
. Libertad por la libertad de prensa:
Esta organización quiere tener un recuerdo especial para todos los profesionales muertos en el ejercicio de informar y reclama la inmediata liberación de quienes se encuentran privados de libertad como es el caso del fotoperiodista asturiano Manu Brabo, retenido en una de las cárceles del régimen libio. La FAPE respalda y alienta el trabajo de los enviados especiales y de los corresponsales permanentes en los países árabes en conflicto, como un ejemplo importante de la defensa de la libertad de prensa y del ejercicio libre del periodismo.
Los ataques a la seguridad física y la integridad de los profesionales de la información no son exclusivos de gobiernos dictatoriales o falsas democracias. Unos 50 periodistas españoles trabajan todavía hoy con escolta por las amenazas de la banda terrorista ETA. A ellos, dirigimos nuestras mayores muestras de solidaridad y reconocimiento y el deseo de que pronto cambien las circunstancias en que desempeñan su labor.
También nos solidarizamos con nuestros colegas latinoamericanos, sometidos en muchos países de la región a presiones intolerables en el ejercicio de su profesión, ejercicio que ha costado la vida a centenares de profesionales en los últimos años. La libertad de prensa en varios países latinoamericanos sigue siendo una asignatura pendiente, cuya solución reclamamos a los gobiernos y a los partidos.