Nacimiento de la Empresa Informativa
Al referir el nacimiento de la Asociación de la Prensa de Murcia conviene contextualizar o describir la época de Murcia y del periodismo en que tal hecho se produce: sin duda el periodismo murciano registró las transformaciones que se estaban dando en el conjunto del país, la reconversión tecnológica del sector, pero en especial la tendencia o tránsito del periodismo literario a la nueva concepción de empresa informativa, a la manera de la que había surgido a finales del XIX en EE.UU. y cuyas figuras más estacadas fueron Pulitzer y Hearst.
Manuel Vázquez Montalbán (1976: 22-26) ha recogido la evolución de la Prensa en los años más destacados de su desarrollo mundial, que sitúa en el último cuarto del siglo XIX, al que Georges Weill llamó “la edad de oro de la prensa”, que en la región de Murcia alcanzaría también al primer tercio del siglo XX.
Gaceta de Murcia, periódico monotema sobre la guerra de Sucesión, que se editó en los primeros años (1706) del episcopado del que luego sería cardenal, Luis Belluga y Moncada. Murcia celebra en 2005 el 300 aniversario de Belluga en la Diócesis de Cartagena.
El periódico desapareció en 1707, “tras la victoria de Almansa”, dice Ballester, quien sin embargo se refiere al Diario como primer periódico murciano de información general, cuyo nacimiento, en su primera época, Ballester sitúa, siguiendo a Díaz Cassou, en 1792.
Recuérdese que El Diario de Murcia fundado por Martínez Tornel cumplía ya su cuarta época.
En la transición política española de 1976-82, compitiendo con La Verdad y Línea, José Moreno Jiménez, empresario del sector textil y presidente del Club de Fútbol Real Murcia, editó el Diario de Murcia en su quinta etapa, periódico que tenía los talleres en una nave del polígono industrial Cabezo Cortado y que dirigió primero José Freixinós, redactor de Radio Nacional de España, y posteriormente y hasta su cierre (duró apenas un año) Miguel Ángel Blaya.
Nuestra región fue, sin embargo, muy adelantada en la edición de diarios, pues la Gaceta de Murcia data de 1706; en el 2006, coincidiendo con el centenario de la Asociación de la Prensa, se cumplen 300 años de aquel primer periódico editado en Murcia del que no se conserva ni un solo ejemplar en la Hemeroteca municipal: el periodista y escritor Antonio Crespo (2004) autor de varias publicaciones sobre la prensa murciana, ha manifestado que fue él quien fotografió algunos números de la Gaceta que se conservan en la Hemeroteca municipal de Madrid y que donó las fotografías al archivo local.
A la Gaceta de Murcia se refiere también José Ballester (1971:25), que fue director de La Verdad y presidente de la Asociación de la Prensa, también novelista, autor de “ Otoño en la ciudad”: recoge los datos Ballester de un artículo de Julio Gómez de Salazar, publicado en el número 7 de la revista Murgetana, en el que da cuenta del hallazgo de varios ejemplares de la Gaceta en la hemeroteca municipal de Madrid, de los que obtuvo fotocopias.
Aparece el trust
De esa transformación a la que se refiere Vázquez Montalbán, el escritor catalán ya fallecido, autor de varios libros de Historia del Periodismo, cabe destacar la superación de un periodismo “ideologizante”, verbalista, posromántico, cuando la prensa anglosajona ya había iniciado la etapa del periodismo industrial.
En nuestro país ese paso lo daría el periodista y editor sevillano Torcuato Luca de Tena, que había conocido la prensa de Francia y Alemania en recientes viajes y funda la revista Blanco y Negro en 1891 y el diario ABC en 1903, siguiendo los modelos de prensa fundada por sus coetáneos Hearst (el polémico editor norteamericano que dio nombre al “periodismo amarillo” y que influyó decisivamente en la entrada de EE.UU. en la guerra entre Cuba y España) y lord Northcliffe que fundó varios periódicos en Londres.
En esta línea, el también periodista y empresario liberal Miguel Moya creó en España el primer trust o conglomerado de prensa (antecedente de los poderosos grupos multimedia actuales) formado por la coordinación de los servicios informativos de El Liberal, El Imparcial y El Heraldo, a los que se añadiría posteriormente el El Sol.
El “trust de la prensa española” ocupó una posición intermedia entre la prensa empresarial y la prensa radical, defensora de los intereses de la clase obrera como El Socialista, portavoz del Partido Socialista Obrero Español.
En América latina dos promotores de prensa producen este cambio: Bartolomé Mitre, fundador de La Nación, en Argentina y Jorge Edwards, fundador de El Mercurio de Santiago de Chile, en 1900.
De El Liberal a Línea
El trust de referencia trae a Murcia su cabecera El Liberal, cuyo primer número aparece en julio de 1902: de su trayectoria Antonio de los Reyes, con motivo del centenario del periódico (2003) escribió una magnífica monografía, publicada por la Asociación de la Prensa, del que fue sin duda el periódico más influyente de la región en su periodo de existencia, que llega hasta el 29 de marzo de 1939, día en que las tropas “nacionales” entran en Murcia al mando del general Camilo Alonso Vega ( que luego sería ministro de la Gobernación, se incautan de su redacción y talleres, ubicados en el antiguo edificio de la Inquisición, entonces en el calle Crédito Público y hoy Jara Carrillo, sede actualmente del Colegio Oficial de Arquitectos. A partir de esta fecha se edita un nuevo diario, cuyo proceso lo relata García Mulero (1983), que fue linotipista de El Liberal y continuó en los talleres de Línea, sin interrupción de su actividad laboral hasta el cierre del periódico de la cadena de Prensa del Movimiento, cuyo último número salió a la calle el 13 de febrero de 1983, y del que yo fui redactor.
Cuenta García Mulero, reproduciendo la versión del periodista Juan Peñafiel Alcázar, que firmó con el seudónimo de Fielpeña en el diario Ya, que, “producida la Liberación”, el periodista marchó a la sede de La Verdad, en cuyos talleres, incautados por la Federación Provincial de las Juventudes Socialistas, se imprimió el diario Nuestra Lucha, que nació el 20 de julio de 1936 y que como cuenta Antonio de los Reyes (2003: 107) en su cabecera inicial se leía este raro título: “ Ya es La Verdad diario republicano. La Verdad incautada por el Gobierno”.
Como Juan Peñafiel encontró el taller cerrado y luego, cuando consigue abrir y comprueba el mal estado las máquinas, se dirige a la sede de El Liberal donde le abrió un guarda tras llamar en repetidas ocasiones. A lo largo del día fueron llegando varios periodistas, entre ellos Carlos García Izquierdo que sería redactor-jefe de Línea en los años sesenta, y el periodista y poeta, autor del libro ·”Un ángel me acompaña” Raimundo de los Reyes, procedente de la cárcel de Orihuela. Entre todos consiguieron editar el 30 de marzo un periódico que se llamó, curiosamente, La Verdad, dada la improvisación del momento. Al día siguiente se imprimió con la mancheta Arriba España y en Madrid dijeron que ese periódico ya existía. Suprimieron de la cabecera la palabra España y, cuenta García Mulero “ en Madrid pusieron el grito en el cielo porque Arriba era el periódico de la fundación de Falange Española”.
Finalmente, un grupo de redactores se reunió y propuso dos cabeceras posibles: Norma y Línea, esta última ganó la votación y se publicó durante 44 años. Sánchez Rada ( 1996: 22-23) publica la relación completa de los 40 periódicos que formaron la Cadena de Prensa y Radio del Movimiento.
Tornel, “padre” de la Prensa murciana
En la galería de cuadros referidos a los presidentes de la Asociación de la Prensa, son realizados por el pintor murciano José María Falgas;El primer presidente fue José Martínez Tornel, aunque fuera durante escasamente 15 días presidente de la primera Junta Directiva. Presentó su dimisión porque, según Antonio Crespo lo que realmente se había creado era un club de Prensa donde se admitía a personalidades murcianas relacionadas con los medios, los denominados socios protectores. Esta característica produjo la protesta de Pedro Jara Carrillo, creándose por los disidentes, redactores de los periódicos El Liberal y El tiempo otra organización profesional denominada Asociación de Redactores de la Prensa Diaria de Murcia, que según Antonio de los Reyes (2003: 54) continuó al menos hasta 1913; pero como indico más adelante puede que no fuera así, y se tratara realmente de la misma Asociación de la Prensa creada por Tornel, aunque él ya no la presidiera.
Diego Sánchez Jara (1967: 104) cuando dice que los promotores de la campaña pro Universidad de Murcia que fueron a Madrid fueron recibidos en la estación de El Carmen el 12 de mayo de 1914, añade una reseña de El Liberal en la que se dice: “Allí estaban esperando a los triunfadores”, entre otros muchas representaciones de instituciones y colectivos profesionales, la Asociación de la Prensa, convocados el día antes, el 11 de mayo, en un artículo aparecido también en E l Liberal que llama a participar en el recibimiento “ a los hombres públicos, a las autoridades, a la entidades oficiales y particulares, a la Federación Agraria de Levante, al Círculo de Bellas Artes, al Comercio, a la Industria, a la Asociación de la Prensa, a todos, en fin, van dirigidas estas líneas….” .
Martínez Tornel dimitió de su forzado cargo de presidente de la primera Asociación de la Prensa de Murcia en un escrito publicado en El Liberal, periódico del que entonces era redactor, pues su periódico, el mítico El Diario de Murcia que él había fundado en 1879 editó su último número el 10 de mayo de 1903, casi un año después del nacimiento de El Liberal con el que no pudo competir.
Antonio Montoro, el periodista y rector de la Universidad Católica de Murcia, actual propietario de la cabecera del Diario, dice en el prólogo al libro de Serafín Alonso (1987:9) que el diario fundado por Martínez Tornel corresponde a la cuarta época del periódico. En efecto, José Ballester (1971:25) tomando como referencia la Serie cronológica de los periódicos murcianos (1931) del historiador del periodismo murciano José María Ibáñez, habla de un primer Diario de Murcia que data de 1792.
Brian J. Dendle ( 1997) recoge numerosos artículos de Martínez Tornel publicados en el periódico que dirigíó Jara Carrillo, del que fue colaborador tras el cierre de El Diario de Murcia. Parece extraño que surgieran diferencias entre ellos por las distintas organizaciones profesionales que promovieron, pues mantuvieron una larga y estrecha colaboración.
Maria Arroyo, profesora de Teoría e Historia del Periodismo de la UCAM (1994:15) dice en su libro: “Jara también debe su bautismo literario a Martínez Tornel cuando en 1894 le publicó su primera poesía en el Diario de Murcia”, el “otro” que recibió una oportunidad fue Frutos Baeza a quien Martínez Tornel rescató de los talleres de su periódico, donde trabajaba con los dos hermanos del director, para incorporarlo a la redacción.
En los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX, se publicaron también en la región otros importantes diarios, como Correo de Levante (1899), fundado por Pedro Jara Carrillo (¿) que posteriormente sería director de El Liberal en la etapa más brillante del diario; La Verdad (1903) iniciativa de un grupo de católicos, que lo fundó siguiendo las recomendaciones del Papa León XIII ( autor de la famosa encíclica Rerum Novarum sobre el compromiso social de la Iglesia); el Pontífice había hecho un llamamiento a los católicos para que crearan periódicos cristianos en los que se denominó “Movimiento por la Buena Prensa”. Fruto de esta llamada se crearon en Francia distintos diarios en otros tantos Departamentos con la cabecera unitaria de La Croix.
En España se creó El Debate (desaparecido durante la guerra civil española) y el diario Ya, que sustituyó al primero tras la contienda, en el seno de la Editorial Católica, con otras cabeceras, y la editorial BAC (Biblioteca de Autores Cristianos). El promotor de este conglomerado mediático fue el cardenal Ángel Herrera Oria ( cuyo proceso de canonización está en marcha), fundador también de una Escuela de Periodismo de la Iglesia; antes había enviado a la Escuela de Periodismo de Columbia (EE.UU), fundada por el mítico periodista norteamericano, (editor del The Word), Joseph Pulitzer a varios de sus colaboradores, profesionales del periodismo, entre ellos a Francisco de Luis, abuelo de la directora de La Opinión de Murcia, Paloma Reverte de Luis.
La edad de oro de la prensa de Murcia
En la “edad de oro” de la prensa murciana cabe insistir en los medios más influyentes: El Semanario Murciano, fundado por Antonio Hernández Amores, cuyo primer número, según Serafín Alonso (1987), salió el 17 de febrero de 1872 y que cerró con el de 31 de enero de 1882; El diario de Murcia, de Martínez Tornel (en su cuarta época) que se editó el 15 de febrero de 1879 y cerró con el número de 10 de mayo de 1903 y Heraldo de Murcia , fundado por Francisco Bautista Monserrat cuya trayectoria se inicia el 1 de mayo de 1898 y cierra el 30 de junio de 1903.
Estos dos últimos diarios no pueden soportar la competencia de El Liberal, que había nacido un año antes y de La Verdad, que nació en marzo de 1903, sólo unos meses antes del cierre de los dos diarios referidos.
Antecedentes del asociacionismo profesional
El cronista oficial de Molina de Segura e investigador, hijo del periodista y poeta Raimundo de los Reyes, asegura en su trabajo El Asociacionismo en la prensa murciana (1986) que fue el periodista Antonio Hernández Amores quien, al hacerse eco de la creación de la Asociación de la Prensa de Madrid, actos a los que al parecer asistió el periodista murciano, destaca, en el número de 17 de octubre de 1886 de su Revista Murciana, que había llamado la atención en la capital de España el interés despertado en provincias por el asociacionismo de la prensa independiente.
Para Hernández Amores esa asociación “impondrá soluciones justas, denunciará a los explotadores del país, defenderá a los periodistas perseguidos; y, consagrando su actividad y su perseverancia a la guarda y custodia de los intereses públicos, el país entero les dará su apoyo y el prestigio que forzosamente necesita”. Y añadía que “los caciques y los políticos de oficio” habían comenzado a considerar terrible para ellos la pretendida colectividad periodística: “trabajan sin descanso para que disuelva”. Y se interrogaba: “¿Creen nuestros compañeros que se debe citar a una reunión a los directores de los periódicos adheridos al pensamiento? y ¿en qué sitio?” El periodista murciano se dirigía a los periódicos de la época: El Eco, El Correo de Levante, El Diario de Avisos, de Cartagena, El Diario de Lorca, La Luz de la Comarca, de Caravaca, El Puerto de Águilas; El Eco, de Mazarrón y El Pandero, de Jumilla.
En 1908 el periodista Nicolás Ortega Pagán, que había sido director de La Verdad en sus primeros años, funda el diario El Tiempo, de tendencia conservadora y ciervista, según el sacerdote y polémico escritor muleño Sánchez Maurandi Un grupo de empresarios lorquinos crearon en 1915 El Levante Agrario.
Todos los medios informativos de la época citada -de los que sólo ha sobrevivido La Verdad, que cumplió cien años en 2003- escribieron una larga historia de servicio a la región, y estuvieron dirigidos por periodistas que o fueron presidentes en muchos casos o tuvieron una estrecha relación con la fundación primero y luego con la historia ya centenaria de la Asociación de la Prensa.
La historia de la organización profesional de los periodistas murcianos está fundamentalmente vinculada a los periódicos y a los periodistas que trabajaron en ellos, y bastaría seguir la trayectoria profesional de los presidentes de la institución para escribir una parte importante de la historia del periodismo local. Muchos de ellos son autores de diversas obras literarias y de ensayo y la mayoría tiene dedicada una calle o una plaza en la ciudad de Murcia, dado el reconocimiento que en su día se hizo de su labor.
Sindicato de la prensa
El proceso para la creación de un sindicato de los periodistas murcianos lo describe Antonio Crespo (2004) que dice recoger la reseña referida al sindicato del diario La Paz, cuyo director, Rafael Almarzán, resultó elegido presidente de la organización profesional. La reunión para constituir dicho Sindicato se celebra en Murcia , en el café Oriental, el 20 de enero de 1889, y asisten representaciones de distintos medios, pero no Martínez Tornel, que se muestra contrario a la iniciativa, por no considerarla de utilidad.
El “padre” del periodismo murciano, como se le ha calificado, el periodista Martínez Tornel, se suma más tarde al movimiento sindical creado y asiste al almuerzo de pre-constitución que se celebra el 2 de febrero en el Casino de Murcia; por la noche, en la redacción de El Diario de Murcia se celebra una nueva reunión a la que asiste, con los periodistas, José Maestre (el político creador de sindicatos “amarillos”) pero no Hernández Amores, el promotor inicial de la idea, que se encontraba enfermo. El acta de constitución dice así : “El Sindicato de Prensa de Murcia se constituye sobre las siguientes bases: 1ª Para la defensa de todos los intereses generales de la provincia; 2ª Para la protección mutua de los periodistas; 3ª. Para la reivindicación de todos los derechos y consideraciones que a la prensa periódica correspondan. Un reglamento determinará la manera de funcionar del Sindicato”. Sin embargo el sindicato se mostró inoperante.