El verano comienza a llegar a su fin, y nos encontramos con un nuevo año académico, que es como sigo contando los años. Los meses que tenemos por delante están llenos de retos en todos los planos, y, en lo que concierne al periodístico, entendemos que hay desafíos en los que el éxito debe venir de la propia contribución de todos y cada uno de los implicados. Los problemas económicos que sufren las empresas del sector, graves en algunos casos, han de ser solventados con un concurso de ideas y de creatividad.
No miremos para otro lado, por favor, cuando hay compañeros que no han cobrado sus salarios, no dejemos que ocurran reducciones de plantillas y de salarios sin que tratemos de aportar nuestro granito de arena. No defiendo polémicas. No hay mejor alimento para combatir los debates que solucionar aquello que los ha motivado y originado. Creo que la cautela nos ha de mover en estos momentos, pero también el coraje para adentrarnos en lo que está sucediendo para aprovechar, como se suele decir, la crisis como oportunidad para que la transformación del modelo social y económico sea para mejor.
Estimo, personalmente, que las ayudas públicas deben asomar para que continúe un sector que tiene un neto carácter de servicio a la sociedad. Por supuesto, que, con esas ayudas, ha de haber garantías de mejora de la calidad de trabajo periodístico y se ha de evitar que, con ellas, se produzcan amortizaciones de plantillas. Por lo tanto, es defendible un seguimiento de las mismas.
El Periodismo vive un momento excepcional, muy complicado, con importantes reajustes y con un exceso de oferta junto a una falta de ingresos publicitarios para poder afrontar las cuentas cotidianas. Sí, sabemos que la etapa es dura para todos, para todas las empresas, para toda la sociedad, pero no olvidemos que este sector se anticipó, a la hora de sufrir con dureza reducciones y pérdidas adquisitivas, a la propia crisis, por lo que ahora (en algunos casos, al menos) se vive una situación extrema de un modo más descarnado.
Por todo ello, pedimos visibilidad para nuestros problemas laborales, que, sin duda, inciden en los profesionales, así como medidas que, en el medio plazo, contribuyan a la solidez de un sector que atañe a toda la sociedad en pleno por su propia caracterización y funciones. Las medidas han de llegar antes de que sea demasiado tarde. Desde el Colegio de Periodistas de la Región de Murcia ofrecemos todo nuestro apoyo logístico.
Juan TOMÁS FRUTOS.