El británico Tiernan-Locke y el holandés Poels tienen que contentarse con escoltar al colombiano en el podio de la Avenida de Escultor Salzillo.
“Ya advertí que se me daba bien la contra reloj”, decía desde lo más alto del podio de la Avenida Escultor Salzillo. El ‘escarabajo’ colombiano del Movistar se marcaba una cronometrada de esas con que cualquiera sueña para finiquitar así su triunfo en la general individual final de una carrera tan prestigiosa como es la carrera murciana, en cuyo palmarés figuran ciclistas de la talla de Miguel Indurain, Lance Armstrong y Alejandro Valverde.
El ruso del Rusvelo Alexander Serov impuso su imbatible registro. Ni los acreditados especialistas fueron capaz de desplazarle del primer puesto. Tan solo el vasco Jonathan Castroviejo (Movistar) pudo inquietar con unas inapreciables 55 centésimas más que Serov. De haber dispuesto de una inferior desventaja en la meta de ayer en Espuña, el pupilo de Jaimerena podía haberse aupado a lo más alto del podio murciano.
De entre las estelares figuras participantes, el holandés de la Rabobank Robert Gesink fue el que más cerca quedó de Serov, a 12 segundos en el sexto puesto. Ni Samuel Sánchez ni Juan José Cobo fueron capaces de hacer tambalear el reinado de Nairo. El mejor ‘murciano’ fue Sergio Mantecón.
La Vuelta a Murcia se caracteriza por descubrirnos jóvenes valores en ebullición. De Nairo Quintana sabíamos de su triunfo en el Tour del Porvenir y de su titulo nacional contra reloj, además de un buen puñado de victorias. Pero lo que no imaginábamos es que fuese capaz de batir en duelo cronometrado sobre el firme de las calles de Murcia a dos interesantes promesas, el británico Jonathan Tiernan-Locke (Endura-GB) y el holandés Wouter Poels (Vacansoleil).
A excepción de Poels, tanto Nairo como Tiernan-Locke sembraban ciertas dudas a tenor de sus antecedentes contra el cronómetro. La duda en Nairo era conocer si su dominio en su país podía extrapolarse al escenario europeo. En el caso de Poels, ganador del Tour del Mediterráneo y de la Haut-Var, donde no hubo cronometrada, la duda arrastra desde que en su anterior equipo si quiera dispusiera de bicicleta especial para la disputa de esta disciplina. Aunque cierto sea que los británicos suelen hacer gala de un extraordinario rendimiento contra el cronómetro.
Si atendemos a las teorías fisiológicas y a las leyes de la física, el menudo escalador Nairo Quintana apenas se presta a la más mínima expectativa en cuanto a que hoy fuera capaz de imponerse en la general final aunque sea por tan solo seis segundos sobre Tiernan-Locke.
El colombiano del Movistar está destinado a desempeñar un expectante papel en el próximo Giro d’Italia. Cierto puede que sea precipitado creer en una triunfadora actuación de Quintana en la gran carrera italiana, pero nunca es más cierto que ha dado un paso cualitativo muy a tener en cuenta.