¿Estamos asistiendo a un cambio de mentalidad del ciezano? Puede que así sea, y así era de esperar. No siendo un velocista puro, siempre sostuve que José Joaquín Rojas debías apostar por ese emplazamiento que le observamos en sus primeras grandes clásicas, entre los jornaleros de la gloria, en las fugas, con la baza de su superioridad al sprint. Pero lo que llama poderosamente la atención de este Rojas en la París-Niza es verlo envuelto en la puja por subir al podio de la una de las grandes, sino la que más, del primer tercio de la temporada. Y está donde está, cuarto en la general provisional tras su cuarto puesto hoy en Biot, porque su extraordinaria regularidad desde que alzó esta carrera el telón, y porque la suerte no le es esquiva, de momento. No puede decir lo mismo Geraint Thomas (Sky), hasta hoy, segundo en la general.
Ganó Slagter (Garmin), imponiéndose en un enconado desenlace al sprint cuesta arriba a Betancur, Rui Costa y Rojas. Fallidos fueron los intentos de Chavannel (IAM) y Westra (Astana), entre tantos otros, que tentaron a la suerte durante los cuarenta kilómetros finales. Aquello fue una lluvia de intentos, en grupo y en solitario, pero el terreno, rompepiernas, no les dejó. Por detrás, un pelotón con mucha hambre y muchos nervios, tirado por los Europcar, Belkin, Ag2r. Casi todos pasaron por esa punta de lanza, y se atrevieron a coger las riendas. La meta en cuesta animaba las expectativas de muchos. Y Rojas, muy atento en compañía de sus gregarios del Movistar los hermanos Izaguirre y Gadret, entre otros. Al de Cieza se le observaba raudo y veloz a rueda de los primeros espada, sus rivales en la general, que a alguna que otra escaramuza tuvieron que salir al tajo. Eso le valió para recortar un segundo en el primer paso por meta, puntuable.
Ahora, Rojas está a tan solo 1″ de Stybar (OPQ) y a 29″ del líder Betancur. Mañana en la Promenade des Anglais de Niza (128 km) tras cinco altos, entre ellos la segunda mitad del Col d’Eze (1ª) conoceremos si el ciezano se sube al tercer cajón de podio.