“Yo creo que Alejandro va a seguir en la misma línea de resultados que cuando nos dejó”. Así concibe Eusebio Unzúe el devenir del reencuentro de Alejandro Valverde con la competición. Ha transcurrido un año y medio desde que el Tribunal de Arbitraje Deportivo diera la razón al Comité Nacional Olímpico Italiano, que respaldado por la Unión Ciclista Internacional y por la Agencia Mundial Anti-dopaje, acusó al ciclista murciano de dopaje.
Aquella decisión supuso un duro varapalo para Unzúe y su escuadra ciclista -entonces denominada- Caisse d’Epargne. La búsqueda de patrocinio quedaba muy comprometida ante la ausencia del genial Valverde hasta el uno de enero de 2012. Aún así, Valverde fue carta de presentación, porque el técnico y gerente navarro siempre tuvo por seguro que volvería a contar con sus servicios una vez que acabara el período de sanción. Y así ha sido, aunque Valverde dispusiera de otras jugosas ofertas. La apuesta de Unzúe por Valverde era a caballo ganador.
“Lo mejor es que sabes que cualquiera que sea la carrera a la que vas con él, tienes una opción de victoria muy grande. Y eso es una gozada para todos”, Unzúe dice en el Diario de Navarra. La plantilla de 2012 pasa unos días muy cerca de allí, en Guipúzcoa, para concretar aspectos básicos e ineludibles, como el tallaje de la ropa y de las bicicletas, o la visita al biomecánico para corregir posturas al pedalear.
Valverde es el gran ausente. La UCI frustró su presentación en un acto publicitario organizado por Movistar-Telefónica, y en razón de ello, se creyó conveniente no dar la cara hasta que no espire la sanción. “Ha trabajado mucho y bien, y creo que este parón competitivo de año y medio ha podido ser hasta bueno. Va a estar menos desgastado y estas situaciones como la que ha vivido él te hacen tomar perspectiva respecto a las cosas. Vamos a ver un Valverde más reflexivo, con ganas; creo que ha sido un descanso que le ha hecho bien, y no ha sido un parón tan grave. Alejandro tiene una cabeza privilegiada, asumió el parón y ya está”, valora entusiasmado el técnico y gerente del Movistar Team.
Valverde regresará en 2012 al Tour de France, del que se ausenta durante sus tres últimas ediciones. Ahora supera la treintena de edad, pero esos dos factores no parecen ser inconvenientes para poder creer que pueda optar a estar en la puja directa por los tres peldaños del podio parisino de los Campos Elíseos. Al menos así lo corrobora Unzúe
“Yo siempre soy práctico, y trato de invitarle a afrontar objetivos que pueda conseguir. Y yo no descarto que aún Alejandro pueda luchar por un Tour. Hay que mantener vivas sus ambiciones, y descartar los grandes objetivos es como aceptar el principio de ya no sirvo para esto. Creo que la madurez y los años son cargas para una cosa y ayuda para otras”.
Está en el aire la presencia de Alberto Contador, pero es seguro el concurso de los hermanos Schleck y de Cadel Evans, su vigente ganador. Ellos no han faltado a la cita, y eso pudiera dejarse notar, como suceda con Robert Gesink o con cualquiera de los otros aspirantes al éxito. La incógnita sobre las condiciones que marquen el reencuentro de Valverde con la gran carrera gala no parece preocupar a Unzúe.
“Yo creo que no va a venir con la ansiedad de tener que ganar. Nosotros le hemos insistido en dos ideas: no viene aquí a recuperar el tiempo que ha perdido, ni tiene que demostrar nada a nadie. Trabajando como ha trabajado en este año y medio recogerá los frutos antes o después. Es un corredor que nunca se ha bajado del podio, cuando se fue hace 15 días era el número uno del mundo”.
Otro capítulo que sí puede que preocupe, a pesar de lo que trate de transmitir Unzúe, es que la UCI parece tener fijada su mirada amenazante sobre Valverde a tenor de lo que la semana pasada ocurrió.
“Para nada, en absoluto. Si hay alguien que sepa estar a la altura de los nuevos tiempos es él. Alejandro era un corredor supercontrolado porque era uno de los mejores, y lo seguirá siendo. Para la UCI es uno de los corredores que más confianza puede inspirar”.
Dicho esto, solo cabe esperar que los buenos augurios vayan cobrando vigencia con el paso del tiempo y de los kilómetros a medida que se aproxime el Tour de France.