Que nadie de nada por concluido. Puede que sea la penúltima etapa, pero entre los candidatos a lo más alto del podio de La Castellana se velan armas. Ni si quiera se atreven a enterrar el hacha de guerra los todavía aspirantes a ocupar los tres peldaños. No hay nombre y apellidos de propietario alguno. No. Después de lo que sucedió en Cuitunigru nadie se atreve a dar por zanjada la batalla por el triunfo final en esta agitada Vuelta a España de 2012. No, hasta cruzar la línea de meta en la inédita cima de La Bola del Mundo.
Parece que Alberto Contador se perfila como el dueño y señor en esta carrera a tenor de su exhibición triunfal en la también inédita cima asturiana. Pero no hay que dejarse embaucar por su embrujo. No cuando estamos antes una ascensión final a La Bola del Mundo que atestiguan ser muy exigente. La dureza viene siempre impuesta por la actitud con que afronten los ciclistas su escalada, aunque, si nos atenemos a los datos, son ciertamente aterradores. Casi veintidós kilómetros de continua ascensión desde Collado Villalba a más del seis por ciento de desnivel medio, con el Puerto de Navacerrada ubicado en su parte final como punto de partida hacia La Bola del Mundo. Desde Navacerrada a La Bola del Mundo son casi tres kilómetros y medio con una pendiente media casi del doce por ciento. El conjunto de la subida salva un desnivel próximo a mil cuatrocientos metros. Próximos al hito kilométrico dieciocho des ascensión ya encontramos las primeras rampas que superan el diez por ciento de desnivel. A partir de ese punto se llega a rozar el veinte por ciento en los últimos dos kilómetros.
Con éstas características, la ascensión a La Bola del Mundo presenta un planteamiento defensivo y ofensivo claro y evidente. Al Saxo Bank-Tinkoff de Alberto Contador le interesa llegar agrupados hasta al menos Navacerrada, para que el madrileño líder virtual de la carrera afronte los exigentes kilómetros sin nadie por delante que le obligue a adoptar una táctica defensiva a ultranza. Por otra parte, tanto al Katusha de ‘Purito’ Rodríguez (tercero) como al Movistar de Alejandro Valverde (segundo) les conviene imponer un ritmo de acelerado desgaste desde la base de la ascensión con tal de que Contador quede desprovisto de gregarios cuando antes. En este sentido, todo apunta a un cara a cara en los kilómetros finales. La extrema dureza que imponen los datos de desnivel de la parte final de ascensión deja margen para recortar diferencias que pudieran considerarse insalvables. Estamos al final de una carrera de gran fondo, en la que el factor de recuperación es primordial. El gran desgaste acumulado hasta ahora puede pasarle cara factura a cualquiera.