«Fue más el susto que me llevé». El murciano jefe de filas del Movistar se retiraba en el ecuador de la jornada reina de la Volta a Catalunya con meta en Port Ainé debido a una caída en el descenso de un alto no puntuable junto a su compañero Eros Capecchi. «En ese momento me quedé mareado y bastante mal y ya luego cuando decidí montarme en la bici, habían pasado más de diez minutos y era inútil seguir. Una pena porque con Nairo estábamos siendo un buen dúo y teníamos muchas opciones».
Entrevistado por Eurosport, Alejandro Valverde no descarta la próxima Vuelta al País Vasco que se inicia el día 1 de abril, aunque no entrara en sus planes iniciales, pero tampoco en sendas clásicas antes: el Gran Premio Miguel Indurain y la Vuelta a La Rioja.
Más adelante vendrá las tres monumentales clásicas de Las Ardenas, antes del Tour de France. Estar delante en cualquiera de las tres, es ambición pretendida, sobre todo, la Lieja-Bastogna-Lieja, y la Amstel Gold Race; carrera que todavía no tiene en su palmarés. «Quiero estar bien en las tres. Bastante bien. En Lieja he ganado en dos ocasiones es la que más me gusta y la que mejor me va. He hecho podio en Amstel y me gustaría ganar, y este año han cambiado la meta, donde fue la del Mundial (el de Valkenburg 2012 donde fue tercero), y me hace ilusión».
Y el Tour de France de telón de fondo. Es su cita cumbre de la temporada. «El objetivo es estar en el podio. Si es primero mejor, pero con tal de estar en el podio ya estaré contento». Con cuatro finales en alto, dos cronometradas individuales y una por equipos, el recorrido parece casar con su perfil. «No es como el del año pasado; hay menos crono. Hay bastantes etapas de montaña, y creo que si me acompaña la suerte puedo hacer un buen papel».