En su segunda jornada competitiva de esta recién estrenada temporada, Alejandro Valverde ya gana. Quizás antes de lo esperado, o al menos, antes de lo marcado. Pero, al murciano no hay oportunidad que se le resista. Su equipo, el Movistar iniciaba la campaña en el Tour Down Under ya con serias aspiraciones de éxito. Así lo manifestaron con la brillante actuación de Javi Moreno, y con José Joaquín Rojas metido de lleno en los desenlaces al esprint.
Hoy era la jornada reina, con recorrido exigente a través de la Tramuntana. La ascensión al Puig Major, previo paso por otras tres ascensiones de segunda y tercera se prestaban a que fuera una amenizada jornada de ciclismo entre Deià y el Monasterio de Lluc, en Escorca.
Los que le conocen, y entrenan con él en Murcia, saben de las extraordinarias cualidades de Valverde para su pronta puesta a punto. Y, aunque él eludiera adquirir responsabilidades desde tan pronto con miras al Tour de France, hoy se les esperaba. Si bien, puede que no de la manera en que lo hizo. “Si estás bien, no vas a frenar. Sabía que estaba bien pero no sabía hasta qué punto. Voy un poco más tranquilo, estoy un poco más pesado que otros años. Terminé la Vuelta en 60 kilos, muy exprimido y seco, y ahora estoy 62,5. Es cierto que el año pasado acabé muy bien y he empezado con ilusión. Sobre todo me encuentro con ganas, fuerza y tranquilidad. Hemos trabajado bien en invierno. Entrenando las sensaciones no eran malas. Mi condición en cuanto empiezo a entrenar es buena y ya lo he demostrado. No voy a decir que estoy mal, porque no ganaría, pero tampoco en mi mejor momento”.
Citar a Valverde y Rui Costa (Movistar), Robert Gesink (Blanco) y Henao (Sky) da viva imagen del espectáculo que pudo verse ya al coronar el coll de Sóller. “Nos hemos encontrado delante y hemos seguido con un ritmo muy fuerte. Después hemos ido a palos. Hemos intentado arrancarle a Henao, respondía a los dos bien, y al final hemos decidido preparar el sprint para mí y he podido ganar”, detalla el propio Valverde.
Antes hubo una fuga, con su compañero del Movisar Enrique Sanz . En Sóller (2ª), Valverde y el portugués Rui Costa dan continuidad a un ataque incitado por Wiggins (Sky), al que da relevo su compañero Henao, junto a Gesink, que dieron alcance a los escapados en las primeras rampas del Puigmajor (1ª).
El cuarteto se quedaba solo a mitad de subida y Valverde pronto demostraba su fuerza con una serie de ataques que descolgaron en varias ocasiones a Gesink y permitieron al cuarteto coronar con casi un minuto sobre el selecto grupo perseguidor. Valverde volvía a probarlo en los toboganes que siguieron al último descenso, pero la insistencia de Henao en seguir su rueda llevó la carrera a un sprint en el que Rui Costa volvió a trabajar de forma excepcional para su compañero en pos del triunfo.