Fue un once de julio cuando consiguió dos de sus tres victorias en el Tour de France. Hoy, once de julio, volvía a intentarlo, aunque sin fortuna. Y eso que a punto estuvo de cuajar su probatura en solitario en la parte final de ascensión a Grand Colombier; una cima Fuera de Categoría (HC), de más de 17 kilómetros a algo más del siete por ciento de desnivel, pero lejos de la meta, a más de cuarenta kilómetros. Su descarnado asfalto, su estrechez, sus continuos virajes, sus cunetas plagadas de público. Grandioso. Nos retrotraía a la época de Perico Delgado, cuando todavía existían ascensiones que mantenía impoluto el firme degradado por los agentes erosivos meteorológicos.
En la fuga en que viajaba Luis León Sánchez era cuantiosa, de 25 jornaleros, con ilustres como Popovych y Voigt (RadioShack), Egoi Martínez (Euskaltel-Euskadi), Peter Sagan (Liquigas), Michele Scarponi (Lampre), Joan Horrach (Katusha), Fofonov y Grivko (Astana) y Devenyns (Omega Pharma-Quick Step). Pero, en las primeras rampas de ascensión a Grand Colombiere ya tiene lugar una importante selección que deja reducido este grupo de apena una decena. Entre ellos pasan el corte los tres españoles, sin embargo es Luis León Sánchez uno de los que vuelve a apretar hasta volver a seleccionar el grupo en el tramo intermedio de subida, que es de donde surgen un cuarteto final compuesto por Voeckler, Scarponi, Devenyns y ‘Luisle’.
A tenor del perfil de los integrantes, Luis León Sánchez, que incluso se le observaba atravesar por dificultades, se rehace, y decide atacar imprimiendo un paulatino aumento de velocidad a su bicicleta, hasta quedarse por delante en solitario con poco más de 35 segundos. Pero el empeño de Voeckler, que ya por entonces tiene buenas sensaciones, da al traste con la probatura del muleño ya casi tocando la cima de la Grand Colombiere. Tanto Voeckler como ‘Luisle’ se lanzan a tumba abierta, pero les siguen Devenyns y Scarponi.
A continuación enlazan con un alto de tercera, pero apuestan por la colaboración entre ellos. Voeckler y Sánchez son los que más empeño ponen. Y eso hace posible que las diferencias respecto al grupo de fugados perseguidor se mantengan, y lo mismo respecto al pelotón principal, donde Wiggins y Sky controlan, a pesar del susto que trata de meterles Nibali con un intento de fuga que es abortado de cara a meta. También probaron Van den Broeck, y tímidamente, Evans, pero el británico es inamovible.
Luis León permanece muy atento a Voeckler, al que considera muy superior al resto de contendientes, pero no puede hacer nada para sujetarle en los últimos quinientos metros ascendentes, cuando supera incluso a Jens Voigt, que kilómetros atrás consiguió enlazar, y a Devenyns, que se creía ganador.
Tras la etapa, Luis León hablaba en los micrófonos de la Cadena Cope y reconocía que “iba muerto”. Luisle quiso reaccionar en el último kilómetro para cerrar el hueco de Voeckler, pero el francés tuvo bastante margen para llegar a meta. El de Europcar había atacado algunos metros antes y el murciano no reaccionó. “A lo mejor me he equivocado, pensaba que Scarponi estaba más fuerte que Voeckler y he decidido seguir su rueda. Son decisiones que tienes que tomar muy rápido para luchar la etapa, no puedes salir a todos los ataques, y no siempre sale bien”.