El turismo se mantiene inapelable como uno de los motores más potentes de la economía española. Puede que, incluso, sea el más potente, porque los sectores primarios de la agricultura y la pesca tienen que andar pendientes de los tratados internacionales y de las ayudas económicas de los fondos europeos.
Solo así se entiende que la apuesta presupuestaria por el turismo siga vigente. Hay que seguir luchando por posicionarse en el cada día más competitivo mercado turístico mundial. Sin embargo, resulta incomprensible que las pruebas ciclísticas sufran la desidia de las partidas presupuestarias de las arcas públicas. Éstas fueron concebidas y tratadas durante tiempo atrás como plataformas y escaparates de promoción turística de amplia difusión internacional. De este modo, los gobiernos autonómicos se volcaban de lleno en la viabilidad y puesta en valor del ciclismo y de las pruebas ciclísticas como una eficaz herramienta con que dar a conocer las virtudes de la orografía, la cultura, la historia, la fauna, la vegetación, etc. de una comarca, región o país. El ciclismo es un deporte de contacto directo con la naturaleza, y de este modo, un vehículo para transportar imágenes de gran belleza plástica unida a información turística sobre la gastronomía lugareña, sus vestigios históricos, su naturaleza, etc.
Sin embargo, a la vez que se acababa con la existencia de escuadras ciclísticas de la solera del ya desaparecido Kelme bajo su última denominación de Comunitat Valenciana, o el Xacobeo-Galicia Calidade. A los murcianos no se nos olvida el Contentpolis-AMPO-Murcia, con el que la arraigada afición ciclística de nuestra Región lograba representación entre lo más granado del pelotón mundial con su debut en la Vuelta a España de 2009, con salida en Assen (Holanda). Allí, holandeses, belgas y alemanes, por cuyas carreteras transcurrió la carrera española durante sus primeros compases, donde también existe una extendida y muy popular afición, se supo de la Región de Murcia, y de su Ciudad de los Contenidos Digitales, todavía en proyecto. Pero también servía para que conocieran a localizar en el mapa a Murcia y a la Región de Murcia, y descubrir así de las extraordinarias características climatológicas y orográficas que podemos ofrecer a esos miles de turistas que buscan escapar durante unos días o semanas del frío, la lluvia y la nieve para recorrer sobre ruedas nuestra costa y nuestro interior.
Resulta chocante que nuestra Comunidad Autónoma vecina, Andalucía, halla sido capaz de mantener intacto su interés y apuesta por el ciclismo. El equipo ciclista Andalucía sigue en pie, y la Vuelta a Andalucía mantiene sus cinco días de competición, además de la Clásica de Almería, que incluso incrementa su categoría. Por el contrario, nuestra Vuelta Ciclista a Murcia queda reducida a solo dos días, y ya solo queda una escuadra Sub-23 y Elite de aquella prometedora Contentpolis-Murcia. Es triste, pero tan cierta como la maltrecha económica de nuestro país. Y esa condición ha agudizado el estado de abandono de varias carreras, hasta el punto que la Vuelta al País Vasco y la Clásica de San Sebastián están al borde del precipicio. Pero no son las únicas, la clásica Gran Premio de Llodio puede que anuncie en las próximas horas su desaparición, y la Vuelta a Castilla y León queda reducida a tres etapas. Por el contrario, la Diputación de Burgos mantiene en pie su Vuelta a Burgos y al equipo ciclista profesional Burgos-BH.
Desde que iniciáramos el siglo veintiuno, un buen puñado de pruebas ciclísticas del más alto nivel y proyección internacional han dicho adiós, todo eso sin contar que la Vuelta a La Rioja es ahora una clásica de un día. Vuelta Galicia (2000), Trofeo Luis Ocaña (2000), Clásica Sabiñánigo (2001), Memorial Galera (2004), Trofeo Luis Puig (2005), Setmana Catalana (2005), Vuelta Aragón (2005), Volta a la Comunidad Valenciana (2008), Clásica Alcobendas (2008), Euskal Bizikleta (2008), Vuelta Navarra (2008) -ahora es amateur-, Clásica Los Puertos (2008) y Subida Urkiola (2009). Esta es la sangría que deja tras de sí la crisis de patrocinio y el desinterés de los poderes públicos por el ciclismo.
En la Comunidad Autónoma vecina valenciana se perdió tanto la Volta a la Comunitat Valenciana como la veterana escuadra ciclística Comunitat Valenciana (Kelme). El caso es que el ciclismo es mucho más barato que las inversiones que requieren el fútbol (Valencia CF, Vila-Real CF,…) y el baloncesto (CB Valencia,…). Esta es una lamentable situación que se puede extrapolar a Galicia, donde sucumbieron la Volta a Galicia y el antes citado Xacobeo-Galicia Calidade. Y lo peor es que nosotros perseguimos un camino igual. Todo a pesar de que el Gobierno de Valcárcel hiciera posible que se celebre esta edición 2012 de la Vuelta Ciclista a Murcia. Pero no solo lo público, porque el vacío que deja el adiós de Cajamurcia se ha dejado notar mucho. También está la Volta Ciclista a Catalunya (UCI World Tour) tambaleándose sobre la cuerda, y eso que ya despareció con anterioridad la Setmana Catalana de Ciclisme.
De acuerdo que corren tiempos poco o nada propicios con que dignarse a la causa, pero… si hay que seguir apostando por el turismo como vía de escape a la crisis, por qué no hacerlo en ciclismo en lugar de emplear ese dinero en otras plataformas publicitarias quizás no tan eficaces, y a buen seguro más caras. Ustedes dirán…