Aún con las diferencias infringidas hoy por el líder virtual de la Dauphiné Libèré, Bradley Wiggins, es de suponer que, con la jugosa ración de alta montaña a degustar en los próximos días, todavía halla lugar a tratar de dar un vuelco a la supremacía actual del británico del Sky.
Luis León Sánchez queda ahora emplazado en la novena posición, a 2:02 minutos de Wiggins, pero 42 segundos del tercer peldaño del podio virtual de la carrera gala, que lo ocupa Michael Rogers; todo un consumado especialista en la lucha individual contra el cronómetro, pero que de plantearse batalla camino de Morzine el sábado, previo paso por La Colombiére y Jeux Plane, la tendencia es que madure y caiga del árbol.
Claro que, todavía no se han disipado por completo las dudas sobre el rendimiento máximo de Luis León Sánchez en la alta montaña. Cierto es que al muleño del Rabobank se le observó con muy buenas sensaciones, como posteriormente admitió él mismo, en la jornada reina de montaña con final en alto de la Vuelta a California, donde ganó su jefe de filas, Robert Gesink. Pero, ocurre que en esta Dauphiné Libèré el amplio abanico de aspirantes al podio es de órdago. Hasta incluso Vicenzo Nibali, en el puesto 24, a 3:39 minutos no es descartable. Ya no solo es cuestión de Wiggins, Evans y Martin, sino que Luisle, Grivko, Brajkovic, Coppel, Amador o Van Den Broeck también se consideran dignos aspirantes.
Sabemos de la destreza en el descenso de Luís León Sánchez, de modo que no es de descartar un final tan favorable como el de Morzine del próximo sábado. Se corona el Jeux Plane a diez kilómetros de la meta, en descenso. Este caso contado con que al paso por La Colombière no se abra brecha, aunque se antoja demasiado pronto; cincuenta kilómetros antes.
Luis León Sánchez habrá de estar muy atento a quienes tiene por delante en la general provisional, aunque sin perder comba con quienes planteen batalla arriba; sin excesos, soldarse a rueda. Su dorsal está metido en el bombo, y puede tocarle premio.