La llovízna tan presente en el clima primaveral del País Vasco entumecía las estrechas y serpenteantes carreteras por las que hoy discurrió el pelotón internacional de la Vuelta al País Vasco durante su segunda jornada de casi 166 kilómetros, con meta en Vitoria. Esa adversa condición meteorológica no impidió que volviera a registrarse movimientos en la carrera. De ahí resultó un grupo de fugados integrado por Thibaut Pinot (FDJ Big Mat), Mads Christensen (Saxo Bank), Jerome Pineau (Omega Pharma Qucik Step), Gabriele Bosisio (Utelsilnord) y Julián Sánchez Pimienta (Caja Rural). Pero el recorrido, aún abrupto y preñado de cotas montañosas, era propicio para un desenlace al esprint. Como así se empeñaron en que lo fuera los equipos de los principales velocistas, que fueron quienes propiciaron que el grupo de jornaleros de la gloria fueran anulados ya muy cerquita de meta.
El pelotón agrupado corona Zaldiaran con el Astana en cabeza. Pocos se atreven a desbaratar el previsible desenlace al esprint. Sin embargo, y ya dentro del último kilómetro, sorprende Daryl Impey. El surafricano de la debutante escuadra australiana GreenEDGE, haciendo gala de un portentoso pedalear, avanza en solitario sin que los velocistas puedan echarle el guante. Y eso que los últimos cuatrocientos metros eran en ligera ascensión. Entre las primeras posiciones del pelotón, José Joaquín Rojas se posiciona en defensa de su condición de líder provisional. El de Cieza cruza cuarto bajo el arco de meta. Impey detiene el cronómetro en cuatro horas y diez minutos. Allan Davis (GreenEDGE) y Davide Appollino (Sky) secundan a Impey en segundo y tercer lugar. Al no considerarse diferencias válidas, y no habiendo cruzado ninguno de los que ayer en Güeñes siguieron a Rojas, éste mantiene su liderato provisional en esta edición de la Vuelta al País Vasco, aunque con el mismo que Daniele Ratto (Liquigas) y Fabian Wegmann (Garmin).