Thör Hushovd sumaba un triunfo más en el Tour de France a su dilatada trayectoria ciclística y presencia en esta carrera. Y lo hacía sorprendentemente, y contrapronóstico, después de que apostara por irse por delante en la ascensión al Tourmalet, cuya cima distaba todavía más de cuarenta kilómetros de la meta en Lourdes, para que, pedalada a pedalada, lograr mantenerse por delante del pelotón del maillot amarillo Thomas Voeckler, y ganar una ventaja ya insalvable. Aún así, el noruego campeón mundial en Australia hubo de lidiar con el veterano escalador galo David Moncoutié, al que descolgó y rebasó en unos repechos muy cerca de Lourdes, para, posteriormente, repetir la misma acción con el que hasta entonces se perfilaba como ganador de etapa, el galo Jérémy Roy, al que le birló la cartera con el arco de meta a la vista.
Por detrás, el pelotón liderado por los Europcar del líder de la carrera Voeckler apretaban los dientes en su propósito por recortar la ventaja que les había tomado por delante un combativo Phillipe Gilbert. El campeón belga buscaba así el doble objetivo de subir puestos en la general provisional y recortar distancias en la puja por el maillot verde de la Regularidad. En esta batalla, en la que el británico Cavendish y el ciezano Rojas se baten en duelo, decir que, a la vez que Cavendish perdía contacto con el pelotón principal en la ascensión al Tourmalet, Rojas Gil se mantenía delante, entre las primeras unidades, dando a entender, como luego confirmaría a su llegada a Lourdes, que, «voy a más». Sin embargo, el por qué del enfretamiento en el sprint de la llegada a la meta de Loudes entre Cavendish y Rojas responde a que el británico del Sky lograba enlazar con el pelotón principal en el largo trayecto de acceso a la meta de Lourdes después de coronar el Tourmalet, por cuya cima pasó primero Roy.
Rojas se valía del tirón de los Europcar del líder de la carrera Voeckler para que no hubieran intentos de fuga o escarceos de cara a meta, y así batirse al sprint con Cavendish en su particular duelo por el maillot verde de la Regularidad, si bien Gilbert, yendo por delante, ya les soplaría un puñado aunque mínimo de puntos. Dicho así, y ya en las calles de Lourdes, Rojas puso al frente del pelotón a Inmanol Erviti, y de este modo, ya en los últimos trescientos metros, Rojas tomaba la iniciativa de abrir la veda del sprint final, cruzando, para molestia de Cavendish, primero bajo el arco de la meta de Lourdes. «No entiendo por qué se molesta. Parece que no quiera verse superado por ningún rival». El caso es que, de esta manera, el de Cieza se mantiene segundo en la clasificación provisional de la Regularidad, todavía, eso sí, encabezada por Cavendish.
Mañana espera quizás la etapa más exigente de este Tour de France. «Será la más dura. Nosotros no tuvimos un buen día ayer (final en Luz Ardiden). No nos encontramos bien». Lamenta ante los micrófonos de TVE Luís León Sánchez. No solo se desplomó el de Mula en la general provisional, sino también su teórico jefe de filas en el Rabobank, Robet Gesink. «No va a haber ningún cambio de papeles. Se vino al Tour de Francia bajo el liderazgo de Gesink, y así debe de seguir siendo».
A Rojas le preguntaron por el teórico final propicio para él el próximo domingo, puesto que se le observó hoy en mejores condiciones de escalada que sus rivales, y dijo: «Puede que lo sea, pero cuando se tienen en carrera a una formación tan preparada como la de Cavendish, es muy difícil superarle».