En 2014, Ponferrada será escenario del Mundial de Ciclismo en Ruta. Por la orografía del lugar, quizás era de esperar un recorrido de mayor dureza, y a su vez, más selectivo. El caso es que no lo es tanto como era de esperar. Así lo consideran Miguel Induráin, Abraham Olano y Pedro Delgado, después de participar en un acto de promoción de dicha competición, y de pedalear sobre el trazado elegido por la organización.
En opinión de Olano, es un circuito “rápido” y que la ascensión de más dureza en su segunda mitad “tiene mucha visibilidad y eso hará que se pueda controlar más fácil”. Induráin suscribe lo anterior, “la parte final tiene unos tobogancitos que se agarran bastante al final”. Y Delgado añade: “puede hacer más selección la bajada que la subida”, que ninguno cree peligroso, “al menos que llueva”.
Para el seleccionador español, Javier Mínguez, “el circuito es duro, pero no selectivo”. El vallisoletano alude a que, “habíamos propuesto uno mucho más selectivo, pero eso es sólo mi opinión; la de los corredores tiene mucho más peso”. Es de lógica adivinar que, “puedan haber escapadas”, máxime tratándose de un Mundial, “y en un circuito muy rápido como éste”, lo que, en su opinión, “puede haber muchos más candidatos para ganar que en Florencia.”
Todos ellos se refieren al recorrido de la categoría Elite masculina, la reina, de 18,2 kilómetros, al que hay que cubrir catorce vueltas hasta totalizar casi 255 kilómetros, con dos subidas destacadas. La primera, de cinco kilómetros que se corona en el octavo kilómetro, y cuya máxima dureza se localiza entorno al ocho por ciento al principio y final de la misma, con unos cien metros de entorno al cinco por ciento. Ahí se alcanza el punto más alto del perfil del circuito, la Subida a Montearenas.
La otra subida tiene poco más de un kilómetro a una pendiente media de casi el seis por ciento, con inserciones de hasta el diez por ciento. Ésta se corona en el kilómetro casi catorce, y resta casi cuatro kilómetros y medio hasta la meta, en el Alto de Compostilla.
A tenor de lo expuesto, se antoja, ciertamente, un Mundial no tan favorable para los nuestros como era de suponer al tener lugar en casa, pero es de suponer, que habría consenso entre el organizador y la Unión Ciclista Internacional en cuanto a trazado definitivo, a tenor de las palabras de Mínguez. Es de suponer que, con la mirada puesta en los medalla de plata y de bronce en Florencia, Rodríguez y Valverde, se eche en falta mayor dureza, pero quizás halla que pensar también en otras bazas españolas, como puedan ser los murcianos Luis León Sánchez y José Joaquín Rojas, porque, como apuntan, existen muchas posibilidades de un desenlace al esprint aunque sea un grupo reducido.