Desde que su salida en Frutas Veri en Beniel hasta la Fortaleza de Lorca, las casi dos centenas de kilómetros de recorrido de la presente edición de la Vuelta Ciclista Murcia presenta oportunidades para casi todos, tanto para los escaladores como para los rodadores. Digamos que en su primera mitad, el terreno camino de la costa marmenorense es propicio para los rodadores que pretendan aventurarse en fuga, aún a sabiendas de que los equipos de los candidatos al triunfo en Lorca afinarán su propósito de atar corto a los fugados cuando asome en el horizonte el Parque Natural de Sierra Espuña.
Entre tanto, se asciende el Cabezo de la Plata, a través del cual se aproximan a la zona costera, donde se espera la presencia del viento. De Sucina y su poterior paso por Pozo Aledo, a San Javier y Los Narejos (Los Alcázares) para regresar de nuevo hacia tierras adentro por Balsa Pintada. Al fondo, con terreno plano de por medio, Alhama, a los pies de la temida ascensión a Espuña y Collado Bermejo-Cima Marco Pantani. El Trofeo Mariano Rojas se disputa al paso por Alhama. El Gran Premio de Montaña se debate en los citados altos montañosos, y la Meta Volante, una vez superados, al paso por Totana, de cara ya a la meta en la Ciudad del Sol.
Al paso por Alhama puede que resistan los fugados, si es que los hubo, o no fueron engullidos antes por el pelotón principal, con tres equipos llamados a coger sus riendas, el Cofidis del vigente vencedor Dani Navarro y del galo Jerome Coppel, el Movistar del tercero en su última edición, Alejandro Valverde, y el Caja Rural-Seguros RGA del motivadísimo debutante Luis León Sánchez. A éstos corresponde, en teoría, establecer un férreo control de ascensión, que solo se logra con un avivado pedaleo, firme y axfisiante a la vez, de modo que, llegados al Alto de Espuña (Casas de la Marina) ya exista una notable merma de efectivos en cabeza de carrera, cuando no sea que halla quien ya marcha adelantado, bien sea heredero de la fuga u osado atrevido en plena ascensión. El tramo de ascensión final que corona el Collado Bermejo suele dictar sentencia, que no firme. Camino de la Fortaleza meta en Lorca, el terreno obliga, sobre todo, en el descenso del Collado Bermejo.
La ascensión a la meta en la Fortaleza de Lorca es angosta y corta, muy explosiva con que se tilda en el argot ciclístico. En 2012, Dani Navarro atacó a sus pies con sumo acierto y convicción, y triunfó. Entonces era inédita. Ahora ya se conoce. ¡Qué gane el mejor!