Tentó a la suerte. Probó a acelerar a menos de cuatro kilómetros para coronar Formigal. Pero el viento en contra frenó a Valverde. Y eso que llegó a abrir hueco, pero desistió. “No se podía seguir solo. El viento, y la respuesta de mis rivales lo impedían. Vamos muy justos”. Pues quizás precisamente por eso, por las fuerzas ya tan desgastadas, unido a un desarrollo frenético en la jornada de ayer, que plasmó en un adelanto horario, el líder, Vicenzo Nibali, infranqueable hasta entonces, daba tímidas muestras de pasar por dificultades al hilo del ataque de Valverde. El murciano no pudo percatarse del detalle, cuando el italiano del Astana tuvo que hacer acopio de apoyos, pero sí el resto. Un avispado Joaquim Rodríguez, que no quería irse de su terreno sin tentar a la suerte, sí que demarró con fuerza. Y se marchó. El veterano Chris Horner todavía no se lo creía. Ver a Nibali incapaz. Entonces, el americano se suma a la rebeldía. Otro que abre hueco. Nibali no puede. Valverde también se frota los ojos. La realidad de un Nibali incapaz anima a Valverde, ya repuesto del recalentón anterior. Casi todos dejan solo a Nibali, que empieza a serpentear en su ascensión final a Formigal. La desventaja no llegó a ser tanta, puesto que ya se estaba dentro de los dos últimos kilómetros. Pero casi se obra el milagro. Horner reduce su desventaja a tan solo 28 segundos. Valverde está ahora a 1:14 de Nibali. El murciano ya había sumado bonificación en un paso intermedio. Hoy, jornada de descanso. A partir del miércoles, sálvese quién pueda.
- Inicio
- El Colegio
- Nuestros servicios
- REMEDIREMU
- Ventajas destacadas
- Sello de Comunicación Responsable
- Publicaciones
- Hoja del Lunes
- Ofertas de trabajo para colegiados
- Tratamiento de la violencia de género
- Bolsa de trabajo
- Carné de la Red de Colegios de Periodistas
- Cómo Colegiarse
- Directorio Profesional
- Deontología
- Noticias