Quizás no se le esperaba. Bradley Wiggins no quiso esperar a la tercera jornada con meta en alto para dar sus primeros capotazos; puede que intimidatorios. Así que, ojo avizor, Alejandro Valverde no se dejó intimidar.
La 93ª Volta a Catalunya alzaba el telón con una jornada de 159 kilómetros en Calella jalonada por cinco cotas; escenario idóneo para las emboscadas. En el descenso de la última de ellas, la de Collsacreu, a 15 kilómetros de la meta, se forja una fuga de trece ciclistas con la presencia de Valverde, apoyado en el grande de los Herrada.
Wiggins no quiso dejar escapar la ocasión, escoltado por Cataldo y López (SKY). Claro que, también anduvo atento Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (KAT), además de Agnoli (AST), Martin (GRS), Wyss (BMC), Gesink (BLA), Scarponi y Niemiec (LAM) y Meersman (OPQ); a la postre, vencedor.
Meersman impuso su punta de velocidad sobre Agnoli y Valverde, que sumó cuatro segundos de bonificación en la general individual provisional, en la que el murciano del Movistar es tercero.
Mañana, la ronda catalana afronta su segunda etapa con un trazado de 161 kilómetros sin dificultades montañosas entre Girona y Banyoles, por cuya meta se pasará hasta en cuatro ocasiones en el circuito semiurbano que protagonizará la parte final de la jornada. Una previsible jornada etapa a la espera de los finales en alto de miércoles y jueves.