Las Jornadas Nacionales de Comunicación y Defensa han concluido esta tarde con la conferencia del premio Pulitzer Manu Brabo. El encargado de la presentación del periodista español ha sido José Alberto Pardo, director de ‘La Opinión de Murcia’. Pardo ha destacado que Manu Brabo ha cubierto numerosos conflictos armados y una quincena de premios internacionales.
Manu Bravo ha comenzado directo al grano. “Cuando me preguntan si soy periodista, digo que soy fotógrafo. Ser periodista se ha convertido en un marrón, en un problema”. De hecho, ha trasladado su preocupación por la cuestión. “Cuando yo me hice adicto al fotoperiodismo el periodista era alguien valorado. Ahora un periodista es visto como un alcahuete. Como un tergiversador, alguien que lleva mensajes tergiversados hasta que su jefe está contento con lo que escribe”.
Del mismo modo, ha lamentado que cada vez están más en la redacción y menos en las calles. “Cuando eres fotógrafo es muy frustrante llegar a una manifestación y que te quieran pegar los manifestantes y la policía”. En la misma línea, ha añadido: “Algo no está bien cuando se escucha en una manifestación: “Televisión, manipulación””.
“Ante ello, yo siempre digo lo mismo: “Trabajo para el enemigo”. Pero esto no fue siempre así”, ha continuado.
Manu Brabo: “Que tengas un teléfono no te hace ingeniero de telecomunicaciones. Tampoco, fotoperiodista”
Si una mala comunicación en el ejército es un problemón, una mala comunicación en una sociedad es el mayor de los problemas, ha alertado Manu Brabo. En la misma línea ha afirmado que la revolución digital en España se ha atendido como “vamos a conseguir lo mismo, pero por menos precio”.
Manu Bravo ha afirmado ante el deterioro de la profesión periodística que “yo siempre digo lo mismo: tengo un boli en la mano, pero no soy un escritor. Sé escribir, pero nada más. Que tengas un teléfono no te hace ingeniero de telecomunicaciones, pero tampoco fotoperiodista. Y esto repercute en que somos una sociedad mal informada porque quien tiene que escribir el texto no está y el que tiene que hacer las fotos, tampoco”.
El miedo a publicar imágenes duras
También ha comentado esta tarde en las Jornadas Nacionales de Comunicación y Defensa con respecto a Barcelona. “Yo les llamo los ‘buenistas’. Esa gente que cuando mandas una foto de un conflicto, mandan una carta al director quejándose de que has sacado una foto de una persona sangrando. Hemos llegado al punto en el que la gente prefiere que la sociedad se mantenga al margen a mostrar la dureza. La sociedad no son niños de tres años que debes mantener en una burbuja”.
A su vez, ha preguntado por el sentido de que los atentados de Barcelona tengamos que verlos por medio de una fotografía de un escaparate roto. Ante ello, ha añadido; “Mi generación hemos sabido de la crudeza de los años del plomo de ETA gracias a las fotografías que hemos visto. Yo he visto a Irene Villa sangrándole la pierna”. A continuación, ha denunciado que “estamos haciendo un mundo de piroleta por el miedo a ofender a alguien, que el anunciante se ofenda y que mi periódico no gane pasta. Y entonces es cuando hemos caído en la trampa. Los medios tenemos que informar y ahora mismo estamos ante la ‘dictadura del clic'”.
“Saber por qué es tan dura la situación en Libia y por qué viene tanta gente a nuestras costas me podría ayudar a entender el fenómeno migratorio. Pero no. Parece que solo interesa el inmigrante que fiche por el Alivés. Cierto que los periodistas somos responsables, pero sobre todo, son responsables los ciudadanos. El público que consume unas cosas, y otras no”, ha lamentado.
También ha sañalado que “somos un público que no se queja y, encima, somos gratis, que no nos suscribimos ni siquiera a un medio de comunicación. En cambio, lo que no podemos hacer es ofrecer lo mismo que ofrecemos en papel en digital. Hay que entender el medio digital. Hay un cambio generacional y hay que entenderlo”. “Y esto es un problema. Decirle a uno mayor lo que tiene que hacer es muy complicado. En cambio, se supone que debemos dirigirnos al público que tiene más esperanza de vida. Porque esto es un negocio”.
Manu Bravo ha trasladado un mensaje claro. “No podemos caer en el lloro eterno. Lo que nos interesa es proponer, es trabajar y lo que nos interesa es seguir hablando para que se escuche nuestra voz”.
Los conflicto armados en imágenes
A continuación, Manu Brabo ha mostrado fotos de los lugares en los que ha cubierto conflictos. Entre ellos, Libia, Siria, Crimea, Ucrania, Irak, Senegal, El Salvador y Serbia. “En todos he sentido miedo. Creo que es lo que me hace seguir vivo”.
“Si hubiéramos puesto estas fotos, nos hubiéramos salvado a Salvini en Italia. Pero como no explicamos a la gente de qué huyen los refugiados de guerra…”. Lo mismo pasa con Egipto. “Solo vemos el país del turismo y de las pirámides, pero allí en un solo día vi como asesinaban a más de 800 personas”, ha expuesto el fotoperiodista.
Para conseguir estas imágenes, el fotoperiodista reconoce que hay días en los que estás trabajando 24 horas al día. Hay que contactar con gente, realizar gestiones y echar fotos. Pero la fortaleza de Manu Bravo le da fuerzas para trabajar ante situaciones complicadas. De hecho, ante la pregunta de una persona del público sobre si le provoca insomnio o recuerda las fotografías que hace cada día, responde que no. “No tengo problema para dormir. Tengo muchos más problemas cuando estoy despierto que cuando estoy dormido. Una vez tuvieron que despertarme porque estaban bombardeando un hotel al lado de donde estaba y no me había ni enterado”, ha comentado como anécdota.
Por último, preguntado por cómo afecta su trabajo a nivel personal y cómo lleva la relación con su familia, Manu Brabo ha asegurado que nunca le han echado nada en cara y que siempre ha tenido el apoyo de sus padres y hermanos. “Cuando estaba en la cárcel y mi madre me llamó por teléfono me dijo con rotundidad: “No les des el lujo de que te vean llorar. Aquí estamos bien. Tira para adelante”. Y me puse a llorar más aún”, ha reconocido con cariño.
Mañana las jornadas continúan desde la Escuela de Infantería de Marina de Cartagena.