La crisis generada por el coronavirus SARS-CoV-2 ha obligado a frenar la vida de millones de personas. La epidemia es una de las mayores crisis sanitarias de los últimos tiempos, su avance es abrumador: se ha extendido por más de 140 países.
Para frenar la expansión se decretó el estado de alarma con el fin de limitar al máximo el movimiento de los ciudadanos. Eso significa que 47 millones de personas, en España, se deben quedar en casa y solo podrán salir a la calle para trabajar y comprar comida, medicamentos o artículos básicos. El confinamiento se extenderá como mínimo 15 días, desde su entrada en vigor, y los largos días precisan de una apuesta firme y profesional de la comunicación.
El tiempo de consumo de internet y tecnología ha aumentado exponencialmente durante los primeros días del encierro, la generación de bulos y fake news copa las pantallas de los ciudadanos. Al mismo tiempo, exponiéndose, cientos de profesionales cuidan de todos los demás: desde el ámbito de la salud hasta el sector del transporte y la alimentación. En la amplia lista no se puede olvidar la labor eficaz de los periodistas. Aquellos que mantienen los hogares vinculados con el exterior a través de su despliegue informativo. Son el altavoz y el enlace obligado. Asumen su compromiso ético y profesional ante el escenario de la crisis. Y conectan al mundo.
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El #coronavirus ha obligado a frenar la vida de millones de personas. Exponiéndose, cientos de profesionales cuidan de todos los demás. También los #periodistas: asumen su compromiso ético y profesional ante el escenario de la crisis. Y #ConectanAlMundo. pic.twitter.com/VXyFja9ODC
— Colegio Oficial de Periodistas Región de Murcia (@PeriodistasRM) March 20, 2020
