Desde Pamplona, donde permanece el murciano de Las Lumbreras para acudir a la boda de su compañero del Movistar, Inmanol Erviti, Alejandro Valverde analiza con entusiasmo la temporada próxima que se presta a alzar el telón en un par de meses. En el horizonte se alzan majestuosas dos cita cumbre: el Tour de France y la Vuelta a España. “¿El Giro? Lo tenemos en cuenta y es una carrera que me gustaría porque no lo he hecho nunca, pero no se pueden hacer las tres y de momento me decanto más por Tour y Vuelta”.
En el Tour Down Under, primera carrera del circuito UCI World Tour, dará sus primeras pedaladas. “Eso me permitirá estar más relajado estos meses. Este año me lo tomaré más relajado. Aun con la boda, el viaje y demás, sólo estoy kilo y medio por encima del peso, o sea que en ese sentido no hay problema”. Se refería Valverde a su estancia nupcial en New York, cuando fue sorprendido por el huracán Sandy. “Estuvimos allí ya en 2010, y nos encantó. Por eso decidimos volver allí en nuestra luna de miel, y la verdad es que ha sido una experiencia totalmente diferente a la de entonces. Todo iba perfecto, con un tiempo maravilloso…hasta el día que nos tocaba regresar viajando a Las Vegas. Comenzó a llegar el huracán Sandy, ese día cerraron todo los aeropuertos y no pudimos volar. Nos tuvieron dos días encerrados en el hotel y con bastante tensión, porque lo que veíamos por televisión no era nada halagüeño. Afortunadamente en Times Square, la zona en la que estábamos, los daños fueron menores, pero aún así no lo pasas bien”.
Tras una estancia de concentración en las proximidades de Pamplona para participar en actividades diversas relaciones con la competición y el equipo, “ahora al regresar a casa, toca empezar de cero, como quien dice a preparar la próxima temporada del modo en el que suelo hacerlo, con un poco de gimnasio, natación, carrera a pie, bicicleta de montaña y algo de bicicleta de carretera para soltar”.
Respecto al calendario a seguir, todavía existen dudas, como es lógico. “No lo hemos acabado de definir, sobre todo porque hay varias carreras en duda en el inicio de temporada. La idea es ir poco a poco a más para llegar a buen nivel ya a Catalunya o País Vasco, hacer las clásicas y descansar muy poquito antes de preparar Tour, con Dauphiné o Suiza antes, y Vuelta”.
El podio del Tour vuelve a ser objeto de su deseo.” Sé que es difícil, muy difícil, pero también sé que lo tengo en las piernas. Mi mejor puesto en la general del Tour ha sido el sexto y sé que puedo conseguir una mejor clasificación que eso. En la Vuelta estuve luchando hasta el final con Contador, que siempre es el máximo favorito en Francia, y con Purito, que no estaba peor que en el Giro en el que había sido segundo. Eso me da confianza de que en una grande, no se en cuál, puedo ganar”.
Cinco caras nuevas y ocho bajas en el Movistar de 2013. “Es cierto que se ha marchado gente importante que aún podía aportar cosas, pero las incorporaciones creo que son muy acertadas. Capecchi es un joven con mucho futuro pero ya con experiencia y que además en lo poco que lo he podido conocer, se va a adaptar muy rápido a nivel humano. A Szmyd le he tratado más porque nos ha tocado luchar codo con codo muchas veces y todos sabemos que es un gregario como pocos en la montaña. A Dowsett y Ospina casi no les conozco, pero con son muy jóvenes y seguro que van a aportarnos mucho. El que más controlo es Eloy Teruel y estoy convencido que no ha explotado aún sus cualidades. Ha estado más centrado en la pista y ahora tiene unas ganas tremendas de ponerse al servicio del equipo y seguro que será importante en su terreno para ayudar a los compañeros y a título individual en las contrarreloj”.
En su camino hacia los Campos Elíseos parisinos, Valverde se enfrenta a dos cronometradas individuales y otra más por equipos. La lucha contra el cronómetro sigue siendo su asignatura pendiente. “Sí, es lo que me falta y lo sé. De hecho esta pretemporada ya voy a hacer un trabajo específico de gimnasio que nunca he hecho de cara a la posición en la ‘cabra’. Siempre me la llevaba a casa al empezar la temporada y este año me voy a ir también de aquí con ella… La bici de contrarreloj requiere muchos kilómetros encima de ella para intentar encontrarte lo más cómodo posible y la temporada pasada no empecé a encontrarme a gusto hasta después del Tour. Habíamos cambiado a una bici más pequeña y hasta que no volví a la talla de siempre no recuperé las sensaciones. Afortunadamente, en la cronometrada de la Vuelta volví a sentirme bien, fui cuarto, pero muy cerca de los primeros, y ahora toca mejorar en esa línea”.
En la etapa final de la Vuelta se le volvió a ver metido en un sprint, algo que en sus primeros años solía ser habitual, y que ahora algunos de sus detractores le echan en cara. ¿Le ha cambiado algo esa llegada? “Si me meto al sprint es porque puedo estar peleando por algo, luchando por algo, como en ese caso eran los maillots verde y blanco. Sabía que lo podía conseguir, que lo tenía en mis manos y por eso arriesgué. Pero meterme en un grupo aunque sea reducido si no tengo la confianza de ganar…
Antes era más joven, más impaciente y ahora quizás busco otras cosas, sobre todo en las vueltas. Allí hay que recuperar lo máximo posible, ahorrar, guardar todo lo que puedas cada día. No creo que sea una cuestión de haber perdido velocidad, sino de otras prioridades y también de que la edad te hace tener más respeto al riesgo que suponen las llegadas… y cuando tocas un poco más el freno en esos momentos, es más complicado ganar”.
Por último, el propio Alejandro Valverde admite que gana en madurez con el transcurso del tiempo. “Antes era jefe de filas, pero era más joven, y a veces me costaba más trabajo opinar ante compañeros más expertos que yo, como podían ser Arrieta y Chente, aunque luego fuera quien tenía que disputar; no me resultaba fácil estar por encima de gente más madura. Ahora sí que siento que he aprendido mucho, sobre todo en el tiempo que estuve parado, y que aporto más de lo que podía hacer antes. También Eusebio me ha dado mucha confianza, me hace muy partícipe de todo y eso influye y mucho”.