Hoy era de esos finales que no favorecen en absoluto a Luis León Sánchez. Quizás, de no haber existido esa demoledora rampa final de casi un kilómetro con cotas que oscilaban entre el 10 y 23 por ciento, pero con el paso muy próximo por el alto de Valdepeñas, pudiéramos haber narrado un desenlace diferente al que ha sonreído al catalán del Katusha, Joaquim ‘Purito’ Rodríguez.
Era de esperar que estuviera, habida cuenta que de los cuatro que pujaron por el triunfo en Valdepeñas de Jaén el año pasado, Igor Antón, que fue el ganador, volvió a pasar por serias dificultades, Velits y Gilbert no están en concurso, y Vicenzo Nibali no tuvo arrestos suficientes como para reeditar esa disputa de etapa, esta vez a un Joaquim Rodríguez al que llevó en volandas el ganador ayer en Sierra Nevada y escudero suyo, Daniel Moreno.
Y aún así, en un terreno minado, de explosividad en estado puro, sobre el que hay que ser capaz de acelerar a tope sin desfallecer un ápice, el menudo Joaquim Rodríguez daba un zarpazo triunfal a sus oponentes, y casi logra arrebatar el maillot rojo a Sylvain Chavanel, que, aunque no estuvo en la batalla final, salvo la honra.
Tampoco desafinó en absoluto Luís León Sánchez. El de Mula entró en el corte de once segundos de desventaja respecto al ganador Rodríguez, y esa escasa diferencia le hace incluso remontar un puesto y reducir desventaja respecto al resto de aspirantes a entrar en el ‘top-ten’ de la general provisional. Ahora es decimosexto a menos de un minuto de Chavanel (59 segundos). Que lograra llegar entre los mejores (puesto 16) en un antagónico final como el de hoy en Valdepeñas de Jaén nos hace creer que pueda estar entre los de delante muy pronto. Pero lo más significativo es que le vimos asomar las zarpas en plena segunda ascensión al Alto de Valdepeñas (Segunda categoría), cuando las espadas estaban en alto. Eso era señal inequívoca de que pudo haber buscado la victoria, máxime cuando algunos de sus compañeros del Rabobank le secundaban en la cabeza del pelotón principal.
Mañana, la ascensión a poco más de 10 kilómetros del final al Alto de San Jerónimo podría dar lugar a un intento por parte de Luís León Sánchez, siempre que la situación de carrera por entonces no le sea propicia como cuando probó fortuna camino de Totana. El descenso hasta Córdoba es vertiginoso, y hemos de tener muy presente que el de Mula es un consumado especialista cuesta abajo, haciendo gala de una pericia al alcance de muy pocos.