
Antonio J. Salmerón
Atrás quedó la Paris-Nice. Ha pasado casi un mes, y Luís León Sánchez regresa a la faena en un carrera que bien conoce. La abrupta orografía del País Vasco, sin sobresaltos, se adapta a sus características. Su portentoso pedalear y su fisionomía le obliga a rebajar los márgenes que cada vez le separan menos de los escaladores puros como su compañero en la Rabobank, Robert Gesink. Pero, en una Vuelta al País Vasco aunque preñada de altos montañosos en su derrotero no responde a llamada de los grandes colosos piranáicos o alpinos. Son cortos y empinados. Un escenario que devuelve a ‘Luísle’ a sus años de amateur a las órdenes de Juan González en el Würth. En esta Vuelta al País Vasco que echará a rodar el lunes, el de Mula buscará la victoria que todavía se le resiste.
Rodeado de un Rabobank de auténtico lujo, con Robert Gesink, Oscar Freire, Juan Manuel Gárate, Carlos Barredo, Bram Tankink, Grischa Niermann y Paul Martens, Luís León Sánchez parte como uno de los líderes provisionales en las quinielas previas. Pero habida cuenta del ‘equipo-Tour’ que presenta la escuadra holandesa, también se tienen muy en cuenta a Gesink, Barredo y Gárate.
En total serán 873,5 kilómetros para una ronda vasca que, como destacábamos, presenta un montañoso menú de 31 puertos en las cinco primeras jornadas, y una cronometrada final en Zalla, de 24 kilómetros, que acabará por decidir quiénes serán los honorables ocupantes del podio final.
De echo, la jornada inaugural con salida y meta en Zumarraga, de casi 150 kilómetros, contiene siete altos montañosos, con la cima del de la Antigua, de segunda categoría, a apenas tres kilómetros de la meta. igual cantidad de puertos puntuables encontrarán al día siguiente, entre Zumarraga y Lekunberri, de 167 kilómetros, y un primera, el de Azpiroz, otra vez a tres kilómetros del final. Lo bueno es que por ahí ya habrán pasado y coronado en el hito kilómetro 65. La tercera jornada concederá un teórico respiro por cuanto se trata de tan solo tres elevaciones orográficas, dos de segunda y un tercera, entre los 177 kilómetros totales entre Villatuerta y Murgia.
De igual longitud goza la cuarta etapa, con final en Arrate. Siete son los altos montañosos puntuables, y el último, de primera categoría, el de Uzartza una vez más muy cerquita de meta, a apenas tres kilómetros. Entre Eibar y Zalla transcurrirá la penúltima oportunidad, de casi 180 kilómetros, una vez más con siete puertos, aunque a diferencia de los anteriores finales de etapa, el último dista de la meta, por lo que podría barajarse el desenlace al esprint.
El ejercicio individual contra el cronómetro de 24 kilómetros debe de poner la puntilla final a la carrera, y en este sentido, Luís León Sánchez, como especialista consumado que es, cuenta con ventaja. Pero, claro, rivales de gran entidad hay muchos en la rampa de salida de esta Vuelta al País Vasco, que junto a la Volta Ciclista a Catalunya y la Clásica de San Sebastián son las tres carreras del UCI Pro-tour en territorio español, amén de la ‘histórica’ Vuelta a España.
Los Radioshack de Lance Armstrong vienen con el último vencedor de la carrera, el americano Christopher Horner, que arrebatara el éxito al murciano Alejandro Valverde en su última edición. Klöden y Leipheimer son sus otras bazas muy a tener en cuenta. También el HTC-Highroad viene con su artilleria pesada, con Tony Martin al frente, escoltado por Marco Pinotti y Michael Albasini. Aunque para motivación extra la que lucirán los ‘naranjas’ del Euskaltel-Euskadi, con el reciente ganador del Gran Premio Miguel Induráin, Samuel Sánchez al frente. El Team Movistar afinará su punteria hacia el podio del Giro d’Italia con David Arroyo, David López, Xavi Tondo y Beñat Intxausti, que tan bien lo hizo en 2010.