La 68 edición de la Vuelta a España alzará su telón con una cronometrada por equipos, en la que el Belkin de Luís León Sánchez suena con fuerza entre la terna de candidatos más cualificados. El propio ciclista de Mula es un consagrado especialista vigente campeón nacional, que cuenta con unos compañeros a los que esta modalidad no se les da nada mal. Aunque tampoco perdamos de vista al Movistar de Alejandro Valverde, que ha mejorado notablemente sus prestaciones en la lucha contra el cronómetro, sobre todo cuando se apuesta a caballo ganador desde el principio.
Sobre el papel, el trazado de esta contra reloj parece sencilla, muy propicia para el lucimiento de los especialistas, pero la geografía gallega no tiene un palmo de llano, y de hecho, ya se advierte que el paso por la localidad de Vilanova de Arousa aguarda exigencia. Aún así se alcanzarán velocidades importantes.
Al día siguiente, ya asoma la montaña. Final inédito y en alto. Un puerto de Primera categoría de once kilómetros al 5,6 por ciento de pendiente media, y una cota máxima del diez, el Alto do Monte da Groba. El terreno más exigente lo encontramos durante los tres kilómetros iniciales, aunque los dos últimos también lo son. El pelotón tendrá que superar los 176 kilómetros que les lleva desde Pontevedra hasta el Alto do Monte da Groba, Baiona, donde estará situada la línea de meta. Podría ser un día propicio para los intentos de escapada, aunque las fuerzas, todavía intactas, permitirán ver una gran batalla entre los candidatos al podio de La Castellana porque será, aún temprano, el momento de tantear cómo llega cada cual.