Después de su prematuro abandono en la Volta a Catalunya, motivado por su accidentado paso por el avituallamiento en el tramo final del recorrido de la segunda etapa, Valverde y su entorno técnico barajan la posibilidad de recuperar el propósito de participación en la Vuelta al País Vasco, que se disputará entre los días 2 y 7 del próximo mes de abril. Todo apunta a que será de la partida en la carrera vasca del UCI World-tour, cuya clasificación provisional lidera, antes de que afronte el tridente del históricas clásicas de las Árdenas (Amstel Gold Race, Flecha-Valona y Lieja-Bastoña-Lieja), también en abril.
La decisión definitiva se adoptará tras la participación del murciano en la clásica Gran Premio Miguel Indurain, que se celebrará el sábado día 31 de marzo en tierras navarras. Será entonces cuando, a tenor de sus sensaciones durante el periodo de entrenamientos que distará hasta la mencionada cita, Alejandro Valverde y Eusebio Unzúe, máximo responsable de la escuadra navarra valoren si es conveniente participar en la Vuelta al País Vasco teniendo en cuenta que el de Las Lumbreras debe de gozar de unas mínimas garantías de competitividad para la disputa de una carrera de la exigencia de la vasca, de la que guarda exitosos recuerdos.