Desde su cuarto puesto provisional en la general, Alejandro Valverde valora lo acontecido de manera tan intensiva en lo transcurrido de la Vuelta a España poco más de una semana desde que alzara el telón en Galicia. “Estoy contento de estar donde estamos. Las sensaciones no son ni mucho menos de cansancio. Me encuentro bien, y estoy metido en la lucha. Sí que estoy un poco sorprendido con la fortaleza que ha demostrado Horner. Ni yo ni ningún rival contábamos con lo que hizo ayer. Aquí hay gente con muy buen nivel como Basso, Purito o yo mismo, todos en muy buena forma, y ayer no podíamos seguirle. No esperábamos que pudiera sacar un minuto, pero sí que sabíamos que estaba bien. Lo vimos en la primera etapa que ganó y ayer lo volvió a demostrar. Se le ve con mucha facilidad en el pelotón, nada nervioso, y en ningún momento ha dado muestras de debilidad. Pero no sabemos hasta dónde puede llegar y si su ritmo puede ir a más o a menos. La presión la llevará él: aunque parezca que está disfrutando, cada día la irá notando más. Por nuestra parte, tenemos que darnos por satisfechos: estamos totalmente metidos en la lucha por la general de la Vuelta. Ayer fue el primer día duro y queda muchísima montaña en esta Vuelta; en realidad, toda”.
El murciano de Las Lumbreras sabe ya quiénes son los otros aspirantes al coronar el podio de La Castellana, sus rivales más directos, los dos italianos, Nibali y Basso, y su ex compañero en el ya desaparecido Caisse d’Epargne, Joaquim Rodríguez. Claro que Horner está ahí, vestido de rojo. Tampoco hay que perder de vista a Roche y Pinot, y puede que alguna sorpresa más. “Dejando aparte a Horner, los demás que íbamos ayer en el grupo principal estamos muy parecidos. Sí es cierto que Nibali sacó un poco de ventaja, pero no era superior nosotros ni mucho menos. Saltó, cogió unos metros y puso su ritmo, mientras que nosotros íbamos todo el rato arrancando y parando. Por eso cogió un poco más de diferencia, pero la sensación que a mi me transmitió es que todos íbamos muy parecidos de fuerzas. Es verdad que todos estamos muy pendientes entre nosotros:, todos nos fijamos el uno en el otro porque somos candidatos a ganar la Vuelta”.
En Tarazona será escenario de continuidad de una batalla esperamos que dantesca en los Pirineos. “Pese a ser una contra reloj, creo que no me viene muy mal. La hemos visto esta mañana y los primeros veinte kilómetros son bastante exigentes. Tiene cuatro o cinco kilómetros llanos al principio y un repecho de dos kilómetros bastante duro antes de entrar en el propio puerto. Son 10 kilómetros bastante abiertos, con viento de cara, que no tienen grandes desniveles pero sí tramos de subida del 5-6%. Aquí se harán las diferencias. Tras coronar, bajada rápida, un poco de llano y entrada a Tarazona tras cuatro kilómetros de bajada. Quitando los primeros veinte kilómetros, será bastante rápida. La segunda cronometrada del Tour era más exigente; aquel recorrido eran dos subidas y dos bajadas sin llano, mientras que aquí hay terreno muy despejado y grandes rectas. Si tengo un buen día, creo que no habrá muchas diferencias con los mejores, o incluso podría estar peleando con ellos. No me marco un tiempo exacto; puede que haya sorpresas”.
Después de la cronometrada de Tarazona y un par de etapas de aproximación a los Pirineos esperan tres jornadas de alta montaña con finales en alto en Collada Gallina, Peyragudes y Formigal. “Para mí son los tres días más duros de toda la Vuelta. La primera etapa es muy exigente. Al día siguiente son 230 kilómetros además de veinte neutralizados: en total, 250 kilómetros, con puertos de una hora de subida y con una parte final muy dura, la misma que en la etapa del Tour de 2012 que gané. Cualquier día en los Pirineos y los tres siguientes por Cantabria y Asturias pueden hacerte ganar diferencias o perderlo todo. Hay muchas opciones estratégicas: podemos esperar y esperar y que cualquier día uno u otro exploten o atacar en algún puerto que creamos conveniente. Puede pasar de todo”.
La entrada de Fernando Alonso en el ciclismo. “Cuando me lo dijeron por el pinganillo casi se me pusieron los pelos de punta. Sólo puedo decir que chapeau por él y darle la enhorabuena. La pérdida de un equipo como Euskaltel era algo muy doloroso. Sabemos que le gusta mucho nuestro deporte, que lo practica y hace muchos kilómetros, pero una apuesta así es algo súper importante y muy bueno para el ciclismo. Ojalá esto anime a otras casas a seguir su ejemplo. Para mí es un gran gesto”.