Espadas en alto en la Vuelta a España. La polémica quedaba servida cuando, en un tropiezo propiciado por la entrada de viento lateral, dejaba una montonera de Movistar junto al guarda raíles del margen izquierdo de la carretera. En ese mismo momento, Joan Antoni Flecha (Sky), al mando del pelotón, se gira hacia detrás, y ante la duda de haber visto que el maillot rojo de líder, Alejandro Valverde, no figuraba entre las posiciones delanteras del pelotón, el catalán recupera su posición sobre la bicicleta y endurece bruscamente la marcha. Al unísono acuden a apoyarle el resto de integrantes de la polémica escuadra británica.
Por detrás, los Movistar no dan crédito a su mala fortuna. Casi todos se habían visto arrastrados por la caída. Apenas dos o tres ciclistas más de otros equipos. Y lo más triste es que Valverde estaba ahí, intentando regresar sobre su bicicleta, ligeramente aturdido por la caída, pero sin aparentes consecuencias negativas que le impidieran su continuidad. Aunque la inmediatez no tenía sentido, era imposible, porque sus compañeros se encontraban bajo un amasijo de tubos de tubos de carbono. Unos encima y otros debajo, los unos de los otros. ¡Qué caótico! Y además, Inmanol Erviti sangraba.
La meta de la Estación Invernal de Valdezcaray distaba todavía a algo más de 25 kilómetros, y por delante ganaba enteros el grupo de fugados con Tony Martin (Omega Pharma Quick Step), Simon Clarke (Orica GreenEdge), Luis Ángel Maté (Cofidis), Assan Bazayev (Astana) y Jesús Rosendo (Andalucía). Entre ellos se decidiría el triunfo, por eso que se dudaba del sentido que pudiera tener el empeño del Sky por forzar una acelerada marcha que distanciaba a Valverde de su condición de líder de la carrera.
En el coche del Movistar, Eusebio Unzúe no puede contenerse. Acusa al Sky de haber propiciado la caída con su movimiento repentino de aceleración, y le achaca que, aún, después decidiera no esperar al accidentado líder, Alejandro Valverde. Cruce de miradas con el coche del Sky, que conduce su ex pupillo en el desaparecido Caisse d’Epargne, Nicolas Portal. El galo dice que no ha visto nada, ni sabía de la caída del líder, y niega que mandara tirar a su equipo. Está muy nervioso. Reconoce que Unzúe se aproximó con el coche, y cruzó unas miradas. Portal insiste en eludir responsabilidad alguna. Igual opina Joan Antoni Flecha, en el ojo del huracán.
Delante parece que pasaron el corte Juan José Cobo y Beñat Intxausti, en representación del Movistar. Por detrás, Valverde emprende camino de regreso al pelotón principal en compañía de varios compañeros. Nairo Quintana le procura una segunda fase de aproximación. Todavía no se ha llegado a pie de puerto. Pero por delante sigue tirando los Sky, junto con Katusha y BMC. E incluso el Argos-Shimano asoma y empuja. Y cuando ya tiene a la vista Valverde, ya en solitario, y en plena ascensión a Valdezcaray al pelotón, los acelerones que se suceden por delante debido a varios ataques, como el de Contador, retrasa de un plumazo a Valverde. El murciano de Las Lumbreras parece dar el brazo a torcer. Su desventaja es ya significativa. Se habla incluso que superior a los dos minutos. Pero acude a su rescate Intxausti. Con él recupera posiciones y avanza metros. Pero, por delante, se sigue yendo muy rápido.
Aún así, Valverde sorprende al cruzar bajo meta con una pérdida de 1:59 segundos respecto al ganador Simon Clarke (Orica). Ahora es noveno en la general provisional, a 36 segundos de Joaquim Rodríguez. Todo es posible todavía.